Agentes de la Guardia Civil, bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción número 2 y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, han llevado a cabo la detención de tres personas en la provincia de Toledo, acusadas de presuntos delitos de terrorismo. Estas tres personas formaban parte de una célula de adoctrinamiento yihadista, según información proporcionada por la Guardia Civil en una nota de prensa.
La operación fue posible gracias a la estrecha colaboración en materia antiterrorista entre la Guardia Civil y la Direction Générale de la Surveillance du Territoire (DGST) de Marruecos, que permitió obtener información sobre la existencia de este grupo de individuos involucrados en un avanzado proceso de radicalización.
Uno de los detenidos era reconocido por su notable influjo y capacidad para diseminar la ideología yihadista entre su entorno, lo cual luego era replicado en el ámbito virtual por sus seguidores más cercanos, incluyendo a un menor de edad, quien también fue arrestado durante la operación.
Los detenidos manejaban múltiples perfiles en redes sociales, que utilizaban para la difusión masiva de contenido yihadista. La peligrosidad de estos individuos se evidenció en el material multimedia que poseían, relacionado con organizaciones terroristas, especialmente con DAESH, mostrando un interés particular en la ejecución de ataques suicidas en zonas de conflicto.
Además, en operaciones paralelas, el Servicio de Información de la Guardia Civil detuvo a varios individuos en las provincias de Pontevedra y Madrid. Estos detenidos también mostraban una intensa actividad en redes sociales, donde algunos de ellos contaban con decenas de miles de seguidores. A menudo, sus publicaciones sobre entrenamiento físico o defensa personal incluían consignas y nasheeds que promovían la ideología yihadista, utilizando material multimedia oficial de DAESH.
Estas dos últimas operaciones contaron con el apoyo analítico de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial, EUROPOL. En total, se han realizado siete detenciones en un esfuerzo por desmantelar diversas formas de radicalización, esclarecer el papel de todos los implicados y prevenir posibles víctimas de este fenómeno. De los investigados, dos han sido enviados a prisión provisional.