La Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de seis individuos en Puertollano y Ciudad Real, quienes son sospechosos de formar parte de un grupo delictivo especializado en robos con fuerza en domicilios. Todos los detenidos, quienes ya contaban con antecedentes por delitos relacionados con la propiedad, enfrentan cargos por robo con fuerza, atentado contra agentes de la autoridad y, en el caso de cuatro de ellos, infracciones a la ley de extranjería debido a que se les había decretado la expulsión del territorio nacional.
La operación se inició tras la intervención de un agente de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio y descubrió a tres presuntos ladrones intentando forzar la entrada a una vivienda. En el momento de la detención, se desarrolló una intensa persecución en la que el agente fue apoyado por un compañero de trabajo también fuera de servicio. Ambos lograron interceptar a uno de los delincuentes tras un violento forcejeo en la vía pública, durante el cual el sospechoso agredió a los policías en un intento de escapar.
Durante este tiempo, los agentes mantuvieron comunicación constante con el 091, lo que facilitó la movilización de patrullas de la Comisaría Local de Puertollano para dar caza a los otros dos implicados, quienes habían huido en un vehículo. Dicha persecución culminó en uno de los controles establecidos en la capital, donde se logró detener a los restantes sospechosos.
Las investigaciones posteriores llevaron a los agentes a identificar a una de las mujeres detenidas, considerada como una de las líderes de la organización delictiva, responsable de las vigilancias durante los robos. Junto a ella, se arrestaron a otros dos hombres que también se cree estaban involucrados en los delitos. Cabe destacar que uno de los detenidos contaba con un seguimiento por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad debido a su vinculación en otros robos similares.
El resultado de esta operación refrenda el compromiso de la Policía Nacional en la lucha contra la delincuencia, así como en la protección de los ciudadanos frente a actos delictivos que atentan contra su seguridad y patrimonios. Los detenidos han sido trasladados a dependencias policiales, donde se les sigue el debido proceso.