La Policía Nacional, en coordinación con la Policía Local de Toledo, ha llevado a cabo una operación exitosa que ha resultado en el desmantelamiento de un importante punto de venta de drogas, conocido como narcopiso, ubicado en el barrio de Palomarejos. Los responsables del tráfico de sustancias estupefacientes son un varón de 27 años y una mujer de 45, ambos con antecedentes delictivos relacionados con este tipo de actividades.
La investigación se reanudó en diciembre del año pasado, tras recibir quejas de los vecinos preocupados por el resurgimiento de actividades ilícitas en un lugar previamente desmantelado en otra operación policial. Los agentes comenzaron a realizar vigilancias en el área y pronto comprobaron que el narcopiso atraía a un gran número de visitantes, incluidas personas menores de edad, que adquirían sustancias tóxicas.
Con base en estos indicios, la Policía solicitó una orden judicial para realizar un nuevo registro en la vivienda. En la operación se encontraron 17,7 gramos de cocaína, 2.962 gramos de cogollos de marihuana y 535 gramos de hachís, además de 68 envoltorios de hachís listos para la venta. También fueron confiscados utensilios utilizados para la venta de drogas, como básculas de precisión y papel de aluminio, así como objetos robados que los consumidores habían utilizado como forma de pago.
Los dos detenidos, ambos arrestados en junio de 2024 y nuevamente en octubre en relación con la misma actividad delictiva, enfrentan cargos por tráfico de drogas. En la primera intervención, las autoridades aseguraron más de cinco kilogramos de marihuana, un kilogramo de hachís, y varios otros estupefacientes, incluidos cocaína y pastillas de éxtasis. A pesar de las detenciones, el varón intentó restablecer el punto de venta, lo que llevó a una nueva intervención en la que se le incautaron más drogas y efectivo.
Como resultado de esta última operación, el Juzgado de Instrucción número uno de Toledo ha decidido enviar al varón a prisión preventiva, lo que pone fin a las actividades del narcopiso en la localidad toledana. La acción coordinada de las fuerzas del orden ha sido clave para garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad.