La Guardia Civil ha llevado a cabo la investigación de un ciudadano de origen peruano de 58 años de edad, al ser identificado como el presunto responsable de cometer un delito contra la seguridad vial. La imputación se produce por la presunta conducción temeraria del individuo y por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Los hechos que desencadenaron la investigación se iniciaron a raíz de una alerta hecha por un usuario de la carretera de Usanos (CM-101). La llamada se recibió después de que el testigo observara una conducta inadecuada por parte del conductor al mando del vehículo que circulaba delante de él.
De acuerdo con el testimonio, el coche transitaba de forma errática, llegando, en varias ocasiones, a invadir el carril contrario. Este comportamiento provocó situaciones de alto riesgo al coincidir en el camino con otros vehículos que venían en sentido opuesto, poniendo en peligro tanto la seguridad del propio conductor como la del resto de usuarios de la vía.
La intervención de la persona que alertó a las autoridades fue crucial. Al alcanzar el punto situado en el kilómetro 8 cerca de Guadalajara, el testigo adelantó al conductor infractor y logró mediante señales que se detuviera. Tras conseguir que el vehículo se parase, procedió a retirarle las llaves y esperó junto al conductor la llegada de los efectivos del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil.
Una vez presentes los agentes en el lugar, sometieron al sospechoso a las pertinentes pruebas de detección alcohólica. Los resultados obtenidos mediante aire espirado revelaron tasas de alcohol de 0,83 y 0,84 miligramos por litro respectivamente, cifras que superan ampliamente el límite legal permitido, que es significativamente menor para los conductores en general. Las mediciones evidenciaron que el acusado excedía por más de tres veces la tasa de alcohol máxima autorizada para conducir.
Tras estos acontecimientos, la Guardia Civil prosigue con las acciones legales pertinentes contra el conductor por los delitos de seguridad vial que se le imputan. La colaboración ciudadana ha jugado un papel decisivo en la rápida actuación de las autoridades y en la prevención de posibles accidentes graves o fatales en las carreteras.
