Detenidas cinco mujeres por robos en el interior de domicilios en las provincias de Teruel y Cuenca

Detenidas cinco mujeres por robos en el interior de domicilios en las provincias de Teruel y Cuenca

La Guardia Civil de Teruel ha detenido a cinco mujeres como presuntas autoras de varios robos en el interior de domicilios de las provincias de Teruel y Cuenca. Sus objetivos eran viviendas ocupadas por personas de avanzada edad.

Gracias a este actuación, se han recuperado más de 2.000 euros en metálico y diversas joyas en forma de pendientes, anillos y gargantillas, ha informado la Benemérita en una nota de prensa.

El pasado 30 de junio, los componentes de una patrulla de Seguridad Ciudadana del Puesto de Mora de Rubielos, que se encontraban realizando un punto de verificación de personas y vehículos en término municipal de Albentosa, en la zona de incorporación a la A-23, en el kilómetro 73, procedieron a la identificación de cinco mujeres ocupantes de un Renault Megane, color gris.

Estas cinco personas venían originando cierta alarma social en localidades cercanas a Teruel y habían sido identificadas en varias ocasiones, a veces, facilitando datos personales falsos, han apuntado las citadas fuentes.

A las mismas, se les localizaron joyas y más de 2.000 euros, que portaban escondidas entre sus vestimentas. Tras las gestiones pertinentes, se logró relacionar a estas personas, sin ningún género de duda, con varios delitos contra el patrimonio cometidos en La Puebla de Valverde, Riodeva y Santa Eulalia del Campo, en la provincia de Teruel, así como en Fuentes, en la provincia de Cuenca procediendo a su detención e incautación de los efectos localizados.

Las diligencias instruidas, junto con las detenidas, que cuentan con numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio, y alguna de ellas por tráfico de estupefacientes, quedaron a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de los de Teruel, que decretó el ingreso en prisión de las cinco.

MODUS OPERANDI

Las detenidas buscaban viviendas habitadas por personas de avanzada edad en localidades pequeñas, sirviéndose del engaño para acceder a las mismas. Una de ellas era la encargada de llamar a la puerta y de distraer a la víctima, en esta época de verano, fingiendo un desmayo y pidiendo algo de agua, o bien, interesándose por casas en alquiler.

Una vez lograda la distracción, otra miembro del grupo entraba en la vivienda, sin ser vista, sustrayendo rápidamente dinero y joyas, llegando a forzar en ocasiones cajas fuertes en el interior del domicilio. Seguidamente, y antes de que las víctimas se percaten del robo y alertaran a la Guardia Civil, abandonaban el pueblo.

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