El Parlamento surcoreano ha votado a favor de destituir al primer ministro Han Duck-soo, sumiendo aún más al país en una crisis política que se desató tras la implementación de la ley marcial a inicios del mes. La moción, impulsada por el partido opositor, ha llevado a Han Duck-soo a ser el primer jefe de Gobierno y de Estado interino en ser cesado en la historia democrática de Corea del Sur. Este giro inesperado en la política surcoreana eleva a Choi Sang-mok, ministro de Finanzas y vice primer ministro, a ocupar de forma provisional el cargo.
La decisión se ha tomado con un total de 192 votos a favor, cifra que refleja la suma total de escaños de la oposición, destacando el notorio boicot por parte del Partido del Poder Popular (PPP), partido gobernante y conservador. La reacción del PPP no se hizo esperar, expresando una fuerte protesta en el Parlamento antes de la votación. Los miembros del partido argumentaban que la destitución de un presidente interino debería requerir dos tercios de los votos de la cámara, una cuota de poder que actualmente no posee la oposición.
En el centro de la controversia se encuentra la defensa del liberal Partido Democrático (PD), que apostaba por aplicar la misma métrica utilizada para cesar al resto de los miembros del Gabinete, es decir, una mayoría simple. Esta postura se fundamenta en una moción presentada contra Han después de que este anunciara que no aprobaría nuevos nombramientos de jueces para el Tribunal Constitucional hasta que no se alcanzara un acuerdo sobre los magistrados vacantes, ampliando así la brecha política.
Además, el Tribunal Constitucional está en proceso de revisar la legalidad de la declaración de ley marcial impuesta por el anterior presidente, Yoon Suk-yeol, con una fecha límite hasta el 11 de junio para emitir su dictamen. Mientras, el PD busca acelerar la destitución de Yoon para posibilitar la convocatoria de unas elecciones presidenciales anticipadas.
La oposición acusa al PPP de intentar prolongar el proceso judicial ante la posibilidad de una rápida sentencia del Tribunal Supremo contra el líder liberal Lee Jae-myung por presunta violación de la ley electoral. Esto debilitaría al PD de cara a futuras elecciones.
La destitución de Han Duck-soo no solo agudiza la incertidumbre política en Corea del Sur sino que también fortalece la determinación de la oposición de presionar al gobierno y al partido en el poder para la renovación del Constitucional y la aprobación de investigaciones especiales contra Yoon y su administración. Se anticipa que la oposición continúe presentando mociones de destitución hasta lograr sus objetivos.
Este escenario refleja una profunda división política en Corea del Sur y señala una crisis institucional que podría tener repercusiones tanto dentro del país como en su política exterior, en un momento crítico donde la estabilidad política es más necesaria que nunca.
