En un inesperado giro de eventos en el reality «Supervivientes 2025», el trío protagonista que conquistó a la audiencia en «La isla de las tentaciones» ha sufrido una drástica transformación. La decisión del público ha llevado a Montoya y Anita a convertirse en los nuevos concursantes oficiales del programa, dejando a Manuel González fuera del juego, al menos, frente a las cámaras del popular espacio televisivo.
La noche se tiñó de polémica cuando Gabriela, novia y excontendiente en el anterior dating show conducido por Sandra Barneda, expresó su descontento con la elección de los espectadores y la mecánica del programa. Gabriela no dudó en criticar abiertamente la decisión que dejó a Manuel en una posición desfavorable y finalmente lo llevó a ser expulsado. «Me parece superinjusto que hayan llevado a Manuel a ‘Supervivientes’ a estar en medio de una pareja que lo han arreglado, y ahora, a la calle», manifestó, enojada por cómo se habían desarrollado los acontecimientos.
Carlos Sobera, presente durante la emisión, intentó poner paños fríos a la situación, señalando que la decisión había sido una elección del público basada en los mensajes emitidos durante el último debate del programa. El presentador sugirió que la audiencia había buscado limpiar la imagen de Anita con su voto, algo que no hizo más que incrementar la controversia.
Sin embargo, la tormenta mediática tomó un giro aún más sorprendente cuando se desveló, casi simultáneamente con el público, que Manuel no había sido expulsado definitivamente del concurso. A través de un mensaje en la red social Twitter, el programa «Supervivientes» sorprendió al anunciar: «¡Manuel NO está expulsado!», desatando una ola de reacciones entre los seguidores del show.
Su destino ahora lo lleva a permanecer en un cayo aislado, en espera de competir contra el primer participante desterrado por la audiencia. Esta situación le brinda a Manuel la oportunidad inesperada de demostrar su valía y continuar en la lucha por el premio final, aunque bajo la constante amenaza de que su permanencia en el concurso depende exclusivamente del veredicto del público.
La noticia de la «no expulsión» de Manuel llegó en un momento clave del programa, revelando además que Montoya y Anita, al llegar a la Palapa, habían desencadenado una serie de secretos relacionados con Playa Misterio, sumergiendo una vez más a los espectadores en el intrigante y complejo entramado de «Supervivientes». Con esta inesperada vuelta de tuerca, el programa promete mantener en vilo a su audiencia, ofreciendo giros inesperados y reafirmando su lugar como uno de los reality shows más seguidos y comentados de la televisión.
