En una decisión contundente, el 70,5% de la audiencia de GH Dúo optó por expulsar a Ana Herminia Illas del reality show. La participante, casada con Ángel Cristo Jr., no dudó en expresar su alivio ante esta decisión, priorizando su bienestar físico y mental sobre su continuidad en el programa de Telecinco. «Mi salud es lo primero», declaró Illas, después de enfrentar situaciones que la llevaron a poner en juego su estabilidad emocional durante su estancia en la casa.
Los conflictos no se hicieron esperar para Illas dentro del concurso. El primer choque significativo lo tuvo con Javier Bouzo y Vanessa Bouza, en donde Ana Herminia acusó a Bouzo de una falsa agresión. Este incidente escaló hasta requerir la intervención directa del equipo del programa y del presentador, marcando uno de los primeros momentos tensos que enfrentaría. Sin embargo, fue su enfrentamiento con Miguel Frigenti el que tuvo mayores repercusiones, llegando incluso a perder los estribos y sufrir un ataque de pánico en directo.
Estas concatenaciones de conflictos y el estrés generado por las dinámicas del programa contribuyeron al deterioro de la salud de Illas. Según aseveró, su estado de salud se vio directamente afectado por los continuos roces dentro del concurso, haciéndole optar por la salida como una forma de proteger su bienestar. A través de las redes sociales, Illas expresó su contentamiento por regresar a casa, subrayando que su salud no se encontraba en las mejores condiciones.
A pesar de la controversia en torno a su expulsión, el presentador Carlos Sobera hizo énfasis en que, dentro de la casa, Illas recibió los cuidados necesarios y fue monitorizada constantemente debido a problemas de tensión y corazón. No obstante, tras una charla en plató con su esposo, Ángel Cristo, surgieron dudas sobre la atención médica proporcionada, poniendo en tela de juicio si estas medidas fueron suficientes.
Esta decisión de la audiencia de expulsar a Illas no solo pone fin a su participación en GH Dúo, sino que también resalta las intensas dinámicas que pueden surgir en este tipo de programas, donde el conflicto y la presión emocional son factores con los que los concursantes deben lidiar constantemente. A pesar de estos retos, Illas deja el programa reconociendo la importancia de priorizar su salud sobre el juego, un mensaje que resonará tanto en futuros participantes como en la audiencia.