Efectivos de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, junto con agentes de la Policía Nacional, de la Policía Nacional de Colombia y de EUROPOL, han desarticulado una organización que introducía cocaína en España, en la que el estupefaciente era impregnado en cajas de cartón destinadas al transporte de fruta. Según ha informado el Ministerio de Hacienda, la operación ha resultado en la detención de 28 personas en total, distribuidas entre Toledo (13), Madrid (8), Málaga (5) y Colombia (2). Además, se llevaron a cabo registros en varias localidades, incluyendo 8 en Madrid, 5 en Toledo y 4 en Málaga, donde se intervinieron 47 kilos de cocaína, 20 kilos de cocaína base, 3.000 litros de precursores líquidos, 300 kilos de sólidos, tres armas de fuego, 20 vehículos y más de 245.000 euros en efectivo.
El cargamento de cocaína partía de Colombia, haciéndose pasar por exportaciones de fruta, y era enviado al puerto de Málaga. Desde allí, la droga era transportada a un laboratorio ubicado en Puebla de Montalbán, Toledo. La investigación comenzó en agosto de 2022, cuando la Policía Nacional recibió información de su homóloga en Colombia sobre un posible contaminado en un contenedor con destino a Málaga operado por dos empresas relacionadas con el comercio de frutas.
Los agentes averiguaron que la organización tenía conexiones con los hijos de un ex sicario colombiano, quien había transformado su actividad en una operación de introducción y distribución de cocaína en España. Este ex sicario, que había trabajado con varios cárteles, había establecido una estructura compleja en Madrid y Toledo, con múltiples propiedades, empresas y vehículos a su disposición.
En Málaga, proveían un espacio industrial donde se realizaba el cambio de cajas contaminadas, que después eran enviadas a un trastero en Leganés, Madrid, mientras continuaban simulando su actividad comercial. Los responsables de la extracción de la droga, que viajaban desde Colombia, incluyeron a un «cocinero de droga» con experiencia en grandes producciones.
El laboratorio descubierto, situado en una finca de Puebla de Montalbán, estaba cuidadosamente diseñado para la producción masiva de estupefacientes, incluso albergando su propio laboratorio debajo de una plaza de toros. La operación culminó el 5 de junio con un asalto al laboratorio, donde se encontraron 21 kilos de cocaína listos para su distribución.
En total, durante las distintas fases de la operación, se detuvo a 18 personas, incluyendo familiares del líder de la organización. En una fase posterior, más de ocho personas fueron arrestadas por su papel en la introducción del estupefaciente desde Colombia. Finalmente, se emitieron Órdenes Internacionales de Detención que llevaron a la detención de dos miembros clave en Colombia, quienes brindaban infraestructura y configuraban rutas para el envío de cocaína a España.
