Agentes de la Policía Nacional de Alicante y de Málaga en colaboración con la Ertzaintza han conseguido desmantelar un grupo criminal implicado en una serie de robos a domicilios a lo largo del territorio español. La intervención conjunta ha culminado con la detención de tres individuos y la recuperación de numerosos objetos sustraídos, entre ellos joyas, teléfonos móviles, dispositivos electrónicos y herramientas especializadas en la apertura de puertas. Esta red delictiva ha sido relacionada con más de 70 asaltos, de acuerdo a la información difundida por la Policía Nacional.
Los robos esclarecidos han tenido lugar en diversas ciudades españolas, tales como Alicante, Elche, Vitoria-Gasteiz, Pamplona, Durango, Valladolid, León, Burgos, Toledo, Cáceres, Camargo y Mollet del Valles. La colaboración de los cuerpos de seguridad dio un giro cuando se descubrió que varios de los asaltos compartían un patrón y técnica similares, lo que condujo a una operación conjunta bajo la coordinación del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (C.I.T.C.O).
La minuciosa investigación reveló finalmente la participación de dos hombres de nacionalidades rumana y búlgara, quienes aparentemente llevaban un estilo de vida itinerante, se desplazaban por el país y residían en Málaga. Estos, junto con una española compañera sentimental de uno de ellos, organizaban la logística del robo y la posterior distribución de los objetos robados en el comercio ilegal.
Los arrestos tuvieron lugar en Fuengirola, donde se realizaron registros en los que se encontraron los objetos sustraídos junto con otros artefactos relacionados con los hechos delictivos. Uno de los integrantes ya se hallaba en prisión en Picassent por cargos similares. Se destaca que el grupo delictivo operaba con una «estructura bien diseñada» y un método sofisticado para neutralizar cerraduras de alta seguridad, descrito detalladamente por la Policía Nacional.
Estos individuos se desplazaban en vehículos de alquiler, incluso llegando a ser multados por velocidad, y adoptaban identidades falsas para eludir investigaciones. Se ha podido esclarecer un total de 33 robos gracias a evidencia de ADN encontrada en las escenas del crimen.
Actualmente, todos se encuentran a disposición judicial, y la investigación prosigue abierta, dando pie a que se puedan resolver más casos vinculados a esta banda criminal.