En la tranquila localidad de Arcicóllar, en la provincia de Toledo, la iglesia mudéjar de Nuestra Señora de la Asunción, que ya contaba con la distinción de monumento histórico-artístico desde 1982, ha revelado un sorprendente secreto que realza aún más su valor histórico y artístico. Recientes investigaciones han descubierto un conjunto pictórico mural de gran importancia datado aproximadamente en el año 1500, el cual estaba oculto en su ábside románico mudéjar.
Los detalles de este excepcional hallazgo se han dado a conocer a través de un comunicado de prensa emitido por Pequeños Arqueólogos, quienes destacaron que los pueblos guardan un patrimonio inmenso en muchas ocasiones ignorado y subestimado y que son frecuentes los descubrimientos de tesoros patrimoniales.
El descubrimiento se produjo después de que Ignacio López, párroco de la iglesia, y el arqueólogo Rubén Pérez, sospecharan de la existencia de restos pictóricos tras el retablo mayor. Para confirmar su intuición, solicitaron la asesoría profesional de Santiago Manzarbeitia y Fernando Pérez Suescun, reconocidos expertos del Departamento de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid. Tras exhaustivos estudios, los profesores confirmaron que los restos forman parte de un valioso conjunto mural con características propias y de mayor alcance de lo inicialmente imaginado.
El conjunto de pinturas descubierto se agrupa alrededor de una escena principal de la Asunción de la Virgen, tema acorde con la advocación histórica del templo. Además, se han identificado otras escenas del ciclo de la Natividad, como la Anunciación, la Visitación y la Epifanía o Adoración de los Magos. Un aspecto destacado es la representación del apóstol Santiago como caballero de la Orden de Santiago, acompañada de una inscripción votiva.
La técnica utilizada en las pinturas consiste en un marcado grafismo negro que delinea cada figura, con toques de rojo, ocre y blanco resaltando detalles específicos, y sugiere una fecha de creación en torno al año 1500. El paso del tiempo y el enlucido de cal que cubrió las obras han hecho que solo partes de estas sean visibles, lo que ahora plantea la necesidad de una intervención que permita descubrir y restaurar completamente el conjunto.
La existencia de estos retablos murales es característica en iglesias rurales de la baja Edad Media, dada su rápida ejecución y una técnica económica. Con el tiempo, estos murales fueron ocultados por retablos de madera, lo que los ha preservado parcialmente hasta su redescubrimiento. La comunidad científica y cultural aguarda con expectativa la restauración de este valioso conjunto pictórico, que promete enriquecer la historia y el patrimonio artístico de la región.