La elección de Bad Bunny como el primer artista latino en cantar en solitario durante el medio tiempo de la Super Bowl 2026 ha desatado un intenso debate en Estados Unidos, donde figuras políticas y medios de comunicación conservadores critican esta decisión. Los sectores más radicales han cuestionado la idoneidad del reguetonero al señalar su música en español y su postura respecto a las políticas migratorias, convirtiéndolo en el blanco de ataques que evidencian la polarización de la sociedad estadounidense.
Los comentarios despectivos sobre Bad Bunny han llegado hasta el expresidente Donald Trump, quien ha tildado su elección de «ridícula» y ha sugerido boicotear el evento. La controversia ha resonado no solo en debates mediáticos, sino también en redes sociales, donde la figura del artista puertorriqueño se erige como un símbolo de la representación latina. Su elección para el espectáculo del medio tiempo se inscribe en un contexto de tensiones culturales y políticas en el país.
En respuesta, Bad Bunny ha utilizado plataformas como «Saturday Night Live» para reafirmar la importancia de su actuación, señalando que va más allá de su carrera y representa un triunfo cultural para la comunidad latina en Estados Unidos. Aseguró que su presencia escenificará un avance desde el miedo hacia la visibilidad, haciendo de la Super Bowl una declaración del lugar que ocupa su comunidad en el relato americano contemporáneo.
Artículo resumido que puedes leer completo aquí