El Museo del Louvre fue escenario de un audaz robo la mañana de este domingo, cuando tres individuos encapuchados ingresaron al recinto durante trabajos de rehabilitación. En un tiempo impresionante de siete minutos, se llevaron nueve joyas de la colección vinculada a Napoleón y la emperatriz Eugenia. El museo ha decidido cerrar sus puertas para preservar la escena del crimen, mientras las autoridades investigan el suceso. Afortunadamente, no se reportaron heridos.
Las joyas robadas estaban expuestas en la Galería Apolo, un espacio icónico del Louvre. Aunque la corona de la emperatriz Eugenia fue encontrada rota fuera del museo, otros tesoros, como el diamante “Le Régent”, han sido confirmados como seguros, lo que ha aliviado a muchos. Sin embargo, aún se desconoce la lista exacta de las piezas sustraídas, provocando inquietud entre los aficionados al arte y la historia.
Este incidente ha suscitado un renovado debate sobre la seguridad en el Louvre, que atrae a millones de visitantes cada año. Las autoridades han iniciado una investigación y se encuentran bajo presión para mejorar las medidas de vigilancia, especialmente tras las quejas recientes del personal sobre la falta de protección. La comunidad cultural sigue expectante, a la espera de nuevos detalles sobre el ataque que ha puesto en jaque a una de las instituciones más emblemáticas del mundo.
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