La factura de la luz en las viviendas españolas ha experimentado un aumento significativo, una situación que se atribuye a la subida del precio por kilovatio hora (kWh) y al incremento en el uso de aparatos eléctricos domésticos. Según datos proporcionados por la Administración de Información de Energía, el consumo medio de electricidad en un hogar español asciende a 270 kWh mensuales, equivalente a 9 kWh diarios.
Este incremento en la factura de la luz se ve afectado por diversos factores, incluyendo el horario en que se consume la electricidad, con un 49% del consumo realizado en horas valle, un 24% en horas punta, y el restante 26% en el tramo llano. El coste promedio diario, considerando una tarifa de 0,15 euros por kWh, se estima en 1,35 euros, sumando aproximadamente 40,5 euros mensuales antes de impuestos y otros cargos.
Los electrodomésticos representan la principal fuente de consumo eléctrico en una vivienda, destacando el refrigerador y el congelador como los más demandantes de energía, seguidos por otros aparatos como televisores, lavadoras, secadoras y lavavajillas. Se subraya que, en ausencia de calefacción eléctrica, estos dispositivos encabezan la lista de consumo.
Para mitigar el impacto económico de este creciente consumo eléctrico, se aconseja adoptar medidas de eficiencia energética, tales como ajustar adecuadamente la temperatura de la nevera y el congelador, desconectar los aparatos del modo de espera, optar por lavados en frío, invertir en electrodomésticos con alta eficiencia energética y sustituir las bombillas tradicionales por tecnología LED. Además, se sugiere cocinar de manera eficiente, evitando abrir frecuentemente la puerta del horno y optando por alternativas como la airfryer para preparar alimentos de menor tamaño.
Estas estrategias no solo contribuyen a reducir el consumo eléctrico con empresas de luz a precio de coste y, con ello, el importe de la factura de luz, sino que también promueven un uso más responsable y sostenible de la energía en los hogares españoles.
