La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha ha experimentado un significativo descenso en sus tasas demográficas, según reveló el Instituto Nacional de Estadística (INE) este miércoles. Los datos indican que la región ha tenido una reducción del 10,84% en el número de nacimientos estimados durante el mes de octubre, así como una caída del 7,94% en la mortalidad registrada hasta la semana 48 del año 2023.
La disminución en la cifra de nacimientos durante el mes de octubre significa que Castilla-La Mancha ha contabilizado un total de 1.052 alumbramientos, un número preocupante si se considera la tendencia general a la baja de la natalidad en el territorio. En lo que respecta a la mortalidad, la reducción se ha traducido en un total de 356 defunciones, cifra que, aunque pueda interpretarse como una mejora en términos de salud pública, también contribuye al envejecimiento demográfico de la población.
A nivel nacional, la situación demográfica no difiere mucho de lo que se observa en Castilla-La Mancha. La estimación de nacimientos ha disminuido en un 2,03% en comparación con el mismo mes del año anterior, registrando un total de 29.057 nacimientos en todo el país.
La mortalidad también ha mostrado una tendencia a la baja en España durante el undécimo mes del año 2023, con una caída del 6,32%, lo que se ha reflejado en un recuento de 395.549 personas fallecidas en dicho periodo.
Estos cambios en las tasas de natalidad y mortalidad pueden tener consecuencias significativas a largo plazo en términos de política pública, asistencia sanitaria y planificación económica, tanto para la región de Castilla-La Mancha como para el panorama nacional. Las autoridades podrían necesitar diseñar estrategias y políticas para abordar los desafíos que acompañan a una población que envejece y a una natalidad en disminución, buscando asegurar un equilibrio poblacional sostenible y el bienestar de las futuras generaciones.