En una jugada sorpresiva que refleja la diversidad y la complejidad del contentido que ofrece, Netflix ha añadido a su catálogo una miniserie noruega titulada «La Palma» que, con tan solo cuatro episodios, ha logrado posicionarse como una de las favoritas de su audiencia, superando a grandes y anticipadas producciones. La serie, que se basa en una catástrofe natural ocurrida en España, ha generado un remolino de opiniones divididas, atrayendo tanto elogios por su ejecución como críticas por su enfoque.
«La Palma» narra el angustiante viaje de una familia noruega a la isla canaria de La Palma para celebrar la Navidad. Lo que prometía ser unas vacaciones idílicas se transforma de repente en una pesadilla de proporciones épicas cuando una erupción volcánica amenaza la isla y sus habitantes con un posible tsunami. A pesar de que la premisa está inspirada en la erupción real del volcán Cumbre Vieja en 2021, los creadores han enfatizado que la narrativa es completamente ficticia, incluso decidiendo postergar el rodaje por un año para no solaparse con el desastre real.
Sin embargo, esta decisión no ha eximido a «La Palma» de la controversia. Muchos espectadores han levantado la voz criticando lo que consideran una sensibilidad insuficiente hacia el verdadero sufrimiento vivido por los habitantes locales, los palmeros, quienes sienten que su dolor y pérdida han sido relegados para priorizar la experiencia dramatizada de los personajes turistas. Este enfoque ha suscitado un intenso debate en las redes sociales, cuestionándose la elección narrativa de los creadores de la serie.
A pesar de las críticas, los responsables de la serie defienden el impacto positivo que la producción ha tenido en La Palma, destacando el involucramiento de más de mil extras y cientos de trabajadores locales en el proyecto. Esta participación ha contribuido económicamente a una comunidad que aún se recupera de la erupción de 2021. No obstante, algunos de los afectados sostienen que es prematuro para ficcionalizar una tragedia aún tan reciente.
Con un estilo que se inclina hacia el cine de catástrofe, «La Palma» exacerbó los elementos de drama y devastación, intensificando la tragedia más allá de lo sucedido en la realidad. Aunque en 2021 las pérdidas se centraron principalmente en lo material, la serie escala las consecuencias, maximizando el número de víctimas y lanzando una crítica implícita hacia la gestión de emergencias.
Con episodios que rondan los 50 minutos, «La Palma» no solo ha superado a otras producciones de renombre, sino que también promete mantenerse como una de las series más debatidas del año. La pregunta que permanece es si esta ficción catastrófica es una obra imprescindible de nuestra época o una historia que se ha anticipado demasiado a su tiempo.