Funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Castilla-La Mancha han llevado a cabo una operación denominada ‘Pizzaoil’, en la que se ha desarticulado un elaborado entramado societario dedicado a la adulteración de carburantes y al fraude fiscal del Impuesto Especial de Hidrocarburos. Esta organización había extendido sus actividades a diversas comunidades autónomas, incluyendo Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid, Andalucía y Valencia.
La pesquisa reveló que la organización se centraba en la adulteración y venta mayorista de gasóleo de tipo general, al cual se le aumentaba su volumen con productos de la Tarifa 2a del Impuesto Especial. Estos productos incluían aceites reciclados y otros hidrocarburos que, por no estar destinados a ser utilizados como carburantes o combustibles, estaban exentos de dicho impuesto. Sus ventas estaban orientadas a estaciones de servicio y transportistas, considerados como grandes consumidores.
El uso de productos más económicos que el gasóleo, junto con el fraude fiscal, les permitió ofrecer precios sumamente competitivos, lo que llevó a una rápida expansión comercial. Esto no solo perjudicó a la Hacienda Pública, sino también a otros comerciantes del sector y a los propios consumidores, según informa la Agencia Tributaria en una nota de prensa. En tan solo cuatro meses, la organización logró introducir más de 2.300.000 litros adulterados en el mercado, mezclando más de 920.000 litros de aceites base provenientes de distintos países, lo que generó un fraude del Impuesto Especial de Hidrocarburos superior a los 350.000 euros.
La operación culminó el pasado 4 de febrero, cuando se llevó a cabo un registro judicial en el centro de actividad de la organización en Quintanar de la Orden. Durante el operativo, se precintaron depósitos y se obtuvieron muestras de su contenido, además de la intervención de diversos dispositivos telefónicos y documentación, tanto en papel como en soporte informático, que se encuentra en proceso de análisis. Este registro fue realizado en colaboración con la Unidad de Auditoría Informática de Inspección Financiera y Tributaria de la Agencia Tributaria.
Para asegurar las responsabilidades económicas y los efectos del delito, se bloquearon cuatro cuentas bancarias y se intervino un camión cisterna. Como parte de las acciones, se detuvo a dos de los cinco investigados, a quienes se les imputa la comisión de dos delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental y contra los consumidores. Uno de los detenidos, de nacionalidad italiana, fue puesto a disposición judicial.
Las investigaciones continúan en curso, no descartándose nuevas detenciones y la posibilidad de sumar cargos por estafa y los daños ocasionados en vehículos debido a las mezclas no autorizadas realizadas por la organización. Además, han colaborado en las actuaciones las Áreas Regionales de Vigilancia Aduanera de Andalucía, Castilla y León, Madrid y Valencia.