Desarrollo del uso de hidrógeno en Asturias y Castilla-La Mancha: en el ámbito doméstico e industrial

El uso del hidrógeno como alternativa a la energía generada por combustibles fósiles y nucleares continúa siendo un objetivo común para las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Asturias. El pasado 14 de marzo, ambas instituciones se reunieron en Oviedo para seguir impulsando el desarrollo del hidrógeno, tanto en el ámbito doméstico como en el industrial.

Durante el encuentro, presidido por el director general de Universidades, Investigación e Innovación de Castilla-La Mancha, Ricardo Cuevas, y el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad de Asturias, Borja Sánchez, se presentaron algunas de las acciones e iniciativas que contribuirán al avance de esta fuente de energía renovable.

A través de los Planes Complementarios, financiados con los fondos Next Generation, las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Asturias están trabajando en el desarrollo de nuevos usos del hidrógeno. El objetivo es impulsar la energía y el hidrógeno renovable como solución para la descarbonización del transporte y la industria, así como para la electrificación del sistema energético nacional.

Con una inversión de más de 90 millones de euros, las regiones de Castilla-La Mancha, País Vasco, Asturias, Aragón, Canarias, Navarra, Extremadura y la Comunidad de Madrid colaboran con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con el fin de establecer, incorporar y afianzar las energías renovables en todo el territorio.

En el caso de Castilla-La Mancha, se están desarrollando prototipos para el almacenamiento de energía renovable sobrante en pilas de hidrógeno y para su uso doméstico, mientras que en Asturias, dada su tradición acerera y minera, la tecnología está más encaminada al ámbito industrial.

Ricardo Cuevas destacó la importancia de seguir trabajando en el desarrollo del hidrógeno y agradeció la participación del consejero asturiano en el encuentro, afirmando que esta fuente de energía renovable situará a España como un socio comunitario privilegiado en la producción energética a nivel europeo.

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