En el salón de Plenos de la Diputación de Ciudad Real, se ha llevado a cabo un emotivo acto en reconocimiento del Día Mundial de la Infancia, una fecha establecida por Naciones Unidas el 20 de noviembre para conmemorar la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos del Niño en 1959 y la Convención de los Derechos del Niño en 1989.
Liderados por Alma Marín y Bruno Vaira, los niños de los Consejos Locales de la Infancia de Valdepeñas, Alcázar de San Juan, Argamasilla de Calatrava y Daimiel tomaron el protagonismo en la presentación del evento. Bajo un formato que promovió su participación activa, los jóvenes pusieron de manifiesto la importancia de incluir su perspectiva en la elaboración de políticas públicas.
Encarnación Medina, vicepresidenta de la Diputación, junto con Eduardo Sánchez, presidente de UNICEF en Castilla-La Mancha, recibieron de manos de los niños unas gafas azules. Este gesto simbólico resalta la necesidad de contemplar el mundo a través de la óptica de la infancia, fomentando la empatía y un renovado compromiso con sus derechos.
Medina agradeció la participación de los municipios y destacó la relevancia de la mirada infantil en la construcción de un futuro mejor. “Hoy es un día especial porque vosotros nos enseñáis cómo trabajar por un futuro mejor”, expresó. Resaltó también la trascendencia de extender los derechos de la infancia, animando a los pequeños a continuar haciendo escuchar su voz.
Por su parte, Eduardo Sánchez reafirmó la significancia del Día Mundial de la Infancia como plataforma para celebrar los progresos en derechos infantiles desde 1989. Alentó a los niños a persistir en su participación activa, enfatizando que su voz es crucial para cambiar la realidad que los rodea.
Durante el evento, se detallaron los logros y desafíos identificados por los Consejos Locales de la Infancia. Los jóvenes portavoces compartieron iniciativas para crear espacios más seguros y actividades culturales adaptadas a ellos, junto con la implementación de programas destinados a mejorar su bienestar.
El ambiente del salón de Plenos se transformó en un espacio de diálogo intergeneracional, subrayando que las labores de estos consejos no solo tienen impacto local, sino que también refuerzan compromisos globales en pro de los derechos de los niños.
La ceremonia concluyó con un mensaje contundente: la infancia debe ser no solo protegida sino también escuchada. Los pequeños, a través de sus gafas azules, demostraron que el futuro está vinculado a la capacidad de mirar el mundo con empatía, determinación, inocencia y esperanza.
Fuente: Diputación de Ciudad Real
