El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha alertado sobre los «serios desafíos para la seguridad y estabilidad» repartidos por el entorno de la Unión, citando territorios como lo ocurrido en Níger tras el golpe de Estado, «donde se pone de relieve la pertinencia» de consolidar la seguridad en Europa.
Durante el acto inaugural del seminario ‘Implementando la Brújula Estratégica: retos y oportunidades’ que se celebra en la tarde de este miércoles en el Palacio de Congresos de Toledo, ha abundado en que ante «la amenaza de Rusia» en territorios como Ucrania o el Sahel, hay que consolidar «líneas de defensa para contribuir a una mayor seguridad» de todos los socios.
«Compromiso y solidaridad sobre el terreno como medio para construir la confianza cuando sea posible», ha citado, como ocurre a su juicio con la misión europea en Armenia; agregando la necesidad de «prevenir la extensión de la violencia» en el Golfo de Guinea, desde donde llegan «noticias inquietantes desde Gabón» tras el reciente golpe de Estado.
Ha dicho Albares que este seminario es relevante en un momento «determinante» para Europa, y en el marco de reuniones informales entre ministros de Defensa y Asuntos Exteriores para abordar los desafíos en Ucrania y el Sahel, ha considerado que el escenario geopolítico cuenta con actores estatales y no estatales que requieren que la Unión Europea sea «un actor global» en la búsqueda de una unión «sin fisuras y sin precedentes».
La denominada Brújula Estratégica se ha plasmado «en un documento que combina acciones y metas y que permite desarrollar un diagnóstico común de las amenazas y desafíos a los que se enfrenta la Unión».
Trata, además de «aportar coherencia a la acción de la UE en materia de Seguridad y Defensa», además de experiencia y lecciones aprendidas con la vista puesta en «adaptarse a una nueva realidad marcada por la agresión rusa, y también por el cuestionamiento de los valores de la UE y los principios del orden internacional basado en normas».
Fruto de esta reflexión son las propuestas encaminadas a flexibilizar mandatos de misiones, así como «una estrategia que se adapta a cambios de situación», a lo que ha sumado acciones de despliegue rápido o «estrategias de acción para proteger libertades comunes» como la «libertad de negociación», son algunas de las «capacidades» de esta Brújula.
El desarrollo de una industria de Defensa pensada desde Europa cuenta con un papel español cuya perspectiva parte de la premisa de «impulsar» dicha industria como factor indiscutible para «convertir a la UE en proveedor de seguridad».
Impulsar partenariados de la UE en materia de seguridad es «crucial», según Albares, quien ha apuntado que España ha impulsado siempre sinergias entre la Unión y la OTAN, algo que «ha quedado demostrado» con el telón de fondo de Ucrania.
Pero ha apelado también a «seguir desarrollando la dimensión geográfica de la Brújula» con un enfoque que «tiene en cuenta la prioridad del apoyo a Ucrania»; pero que «contempla también desafíos existentes en regiones claves como el Sahel», cuyo futuro «está unido» a la UE.
«La seguridad es un bien preciado pero que no podemos dar por descontado, que exige contar con respaldo de la voluntad política de los gobiernos de proveer de seguridad a los países y a los ciudadanos», ha dicho Albares, quien ha resaltado la importancia de contar con una guía como la Brújula Estratégica, «un paso fundamental para una Europa más fuerte y una integración europea más estrecha», ha apuntado.
ROBLES: «HAY QUE INVERTIR EN DEFENSA»
La ministra de Defensa, Margarita Robles, también ha participado en el acto inaugural cogiendo el hilo de Albares, recalcando la premisa ya elevada a lo largo de toda la jornada de la reunión informal de ministros del ramo en la ciudad de Toledo para llamar a continuar apoyando a Ucrania.
Ha querido «rendir homenaje» a lo más de 3.000 hombres de Fuerzas Armadas Españolas, y a las europeas por extensión, que están «jugando su vida y defendiendo valores importantes» en distintas misiones.
«Reconocimiento, orgullo y admiración a ellos y a sus familias», ha apuntado Robles, quien ha citado algunas situaciones geopolíticas como en Líbano o Malí donde hay contingentes desplazados, todos ellos «objetos de orgullos» para sus países.
Con todo, ha mostrado su orgullo por la situación de la industria de Defensa en España, pidiendo seguir apoyando el sector a nivel continental, toda vez que la guerra de Ucrania «ha puesto de relieve las vulnerabilidades».
Hay que «invertir en Defensa» para que los valores democráticos se consoliden, según la ministra, quien insiste en una industria «fuerte y consistente».
«Porque creemos en la paz y en la democracia apostamos por políticas de Seguridad y Defensa», ha dicho, dirigiéndose a quienes rechacen estas inversiones para instarles a pensar en el empleo que generan.
En otro orden de cosas, ha querido mostrar su apoyo al Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad tras los «insultos recibidos» por parte de Rusia, aprovechando para mostrar su apoyo y solidaridad.
Al hilo, ha defendido la complementariedad de UE y OTAN para hacer frente a los desafíos mundiales, y se ha mostrado «satisfecha» por la «altura institucional» de todos los países miembro en este contexto.
«Hay que reindustrializar la Unión Europea. Estamos firmemente comprometidos con esa política», ha zanjado.
BORRELL: «A RECUPERAR EL TIEMPO PERDIDO EN INVERSIÓN EN DEFENSA
El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha tomado la palabra en esta jornada y, en el transcurso de una conversación mantenida con la representante del Istituto di Affari Internazionali, Nathalie Tocci, ha considerado que en materia de Defensa hay que potenciar la industria «más a prisa».
«Hay que hacer más y más rápido, podemos estar satisfechos de la respuesta pero hay que ir más rápido para recuperar el tiempo perdido», ha apuntado, recalcando que desde 2008 la UE arrastra un proceso de «desarme en capacidades militares y de industria de defensa».
Por ello, «es ridículo hablar de autonomía estratégica sin capacidad de fabricar capacidades militares», tal y como ha considerado.
Así, la Guerra de Ucrania ha sido un «despertador muy sonoro» para poner en marcha una nueva industria militar europea, con un aumento de 75.000 millones de euros en el corto plazo.