El 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, se presenta una oportunidad crítica para poner en foco un debate esencial: la violencia digital contra las mujeres, especialmente relevante entre los más jóvenes. Este fenómeno, aunque virtual, posee consecuencias reales y devastadoras, alimentadas por el desarrollo tecnológico y la presencia omnipresente de las redes sociales.
La tecnología, sin ser un agente neutro, se convierte en un reflejo del uso que hacen de ella las personas. Cuando se trata de violencia hacia las mujeres, las herramientas tecnológicas no son las culpables; lo son los individuos que, detrás de estas plataformas, perpetúan comportamientos dañinos. De aquí surge la necesidad imperiosa de reforzar la educación, capacitando a las generaciones de nativos digitales para que puedan reconocer no solo las oportunidades, sino también los peligros que estas tecnologías pueden entrañar.
Históricamente, ciertos problemas sociales requieren soluciones que trascienden la responsabilidad individual. La relación entre las redes y la violencia machista, que adopta nuevas y peligrosas formas a través del avance tecnológico, es un desafío que demanda una respuesta colectiva. ONU Mujeres y el Gobierno de Castilla-La Mancha nos instan, en este 25N, a analizar detenidamente esta problemática para frenar la tendencia alarmante de la violencia machista digital.
La educación es fundamental, pero no suficiente. Se necesita también una regulación legal robusta que permita aprovechar las inmensas oportunidades de las redes sociales, el desarrollo digital y la inteligencia artificial, mientras nos protegemos de los peligros inherentes. La sociedad debe aprender a identificar cuando la comunicación digital se transforma en control y abuso, comprendiendo que la privacidad y el respeto son derechos inalienables.
El fácil acceso al contenido pornográfico, muchas veces degradante hacia las mujeres, exacerba este problema, deshumanizando y perpetuando visiones violentas que dañan el tejido social. Por tanto, ser un nativo digital sin una adecuada alfabetización representa un riesgo, más aún en una sociedad sin estudios precisos que ayuden a distinguir y prevenir la violencia digital hacia las mujeres.
Desarrollar una comprensión más profunda de este fenómeno requiere esfuerzos conjuntos en investigación social, permitiendo corregir los desequilibrios evidentes en nuestra sociedad actual. En este sentido, el Gobierno de Castilla-La Mancha nos recuerda que debemos enfrentar el reto digital con firmeza, comprometiéndonos a rechazar cualquier comportamiento machista en el ámbito digital.
La mayoría reconoce los beneficios de la comunicación tecnológica, pero es igualmente crucial no ignorar los canales que la violencia de género podría explotar en su evolución. En este 25 de noviembre, es más importante que nunca trabajar juntos para erradicar cualquier forma de violencia hacia las mujeres, asegurando que el progreso digital sea un aliado en la lucha por la igualdad y el respeto.
Emiliano García-Page Sánchez, Presidente de Castilla-La Mancha, subraya que, como sociedad, debemos ser conscientes de la gran responsabilidad que cargamos para prevenir que estas nuevas formas de violencia se fortalezcan y se multipliquen con la tecnología como herramienta. La tarea es inmensa, pero con dedicación y conciencia, es posible crear un entorno digital seguro y equitativo para todos.

















