El encuentro entre el Ikasa Boadilla y el BM Bolaños culminó en una sorpresiva victoria para el Ikasa, sacudiendo así el ambiente de la competición al derrotar a uno de los equipos que buscaba recortar distancias con el líder. Este resultado contraproducente afectó significativamente las esperanzas del BM Bolaños, así como su moral, especialmente después de haber revitalizado su ánimo tras el receso navideño. La superioridad presunta que el BM Bolaños podría haber sentido frente a su rival se convirtió en un obstáculo desde el comienzo del encuentro, complicándoles enormemente el esfuerzo por encontrar su ritmo de juego.
La capacidad del Ikasa Boadilla para mantener y extender su ventaja durante la segunda mitad del partido fue clave. Aprovecharon los errores defensivos del equipo dirigido por Juanmi Fernández, que no lograron desarrollar una estrategia efectiva para revertir la situación. El marcador final reflejó una diferencia considerable y sumió al BM Bolaños en una de sus peores actuaciones del año, concluyendo el partido con un desalentador 19-27.
En otro contexto, el equipo del BM Soliss Pozuelo, comandado por Eusebio Angulo, consiguió un valioso empate contra el Adesal Córdoba. Este resultado fue producto de un juego en el que Pozuelo supo usar su localía a favor, anticipando y contrarrestando las tácticas del adversario, consolidándose así en el marcador antes del descanso. A pesar de los esfuerzos de Córdoba por remontar durante la segunda mitad, el equipo local mantuvo su estrategia, cerrando el partido en un empate que, en varios momentos, parecía inclinarse a su favor.