En un trágico suceso ocurrido en la ciudad serbia de Novi Sad, al menos ocho personas han perdido la vida y otras dos han sufrido heridas de gravedad tras el colapso de parte del techo de la principal estación de tren de la localidad.
La noticia fue confirmada por el Ministro del Interior, Ivica Dacic, quien informó que las víctimas fatales fueron extraídas de entre los escombros, mientras que los heridos se encuentran hospitalizados en un estado considerado bastante grave. Una escalofriante realidad para una de las víctimas involucra la amputación de una pierna, un hecho que subraya la severidad del incidente.
Proveniente de una sección no recientemente sometida a trabajos de modernización, el techo que se derrumbó hace parte de una estructura con varias décadas de antigüedad. Este detalle podría arrojar luz sobre las causas del colapso, generando preocupaciones sobre la condición de infraestructuras antiguas y su mantenimiento en la ciudad y, posiblemente, en áreas circundantes.
La gravedad del suceso ha llevado al Primer Ministro, Milos Vucevic, a visitar Novi Sad para evaluar personalmente la magnitud del desastre. En declaraciones recogidas por la cadena serbia B92, Vucevic describió el evento como una tragedia no sólo para Novi Sad sino para toda Serbia, refiriéndose a él como un «viernes negro» para el país.
El accidente ha conmocionado a la comunidad local y nacional, poniendo de relieve cuestiones sobre la seguridad de las instalaciones públicas y el mantenimiento de estructuras antiguas. A medida que avanzan las investigaciones para determinar las causas exactas del derrumbe, el país se une en duelo por las vidas perdidas en este trágico día.