El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha tomado una medida severa al presentar una demanda civil contra CVS, la cadena de farmacias más grande del país, alegando que la empresa ha estado involucrada en la prescripción ilegal de opioides durante más de diez años. La acción legal, que se hizo pública este miércoles en Providente, Rhode Island, acusa a la gigante farmacéutica de violar la Ley de Sustancias Controladas y la Ley de Falsas Reclamaciones, contribuyendo significativamente a la crisis de los opioides que azota la nación.
El fiscal Zachary Cunha de Rhode Island ha enfatizado que CVS falló en su responsabilidad como guardián de la salud pública al permitir la distribución masiva de estos fármacos altamente adictivos, sin cumplir con el deber de garantizar la legitimidad de las recetas. La demanda detalla cómo, desde 2013, CVS ha dispensado recetas médicas que carecían de un propósito médico legítimo, involucrando cantidades excesivas de opioides y combinaciones peligrosas de medicamentos, contribuyendo así al agravamiento de la crisis de adicción.
Esta acción no solo ataca prácticas farmacéuticas particulares sino que también destaca cómo los objetivos de resultados y las políticas de contratación de CVS habrían privado a sus farmacéuticos de información esencial, limitando su capacidad para disminuir la prescripción ilegal de opioides. Además, se señala que la compañía priorizó sus beneficios sobre la seguridad y el bienestar de los pacientes, sobrecargando a sus trabajadores hasta el punto de incapacitarlos para verificar adecuadamente la legitimidad de las prescripciones.
En respuesta a las acusaciones, CVS ha indicado a través de comunicaciones con la cadena Fox que se defenderá enérgicamente contra las afirmaciones. La compañía ha recordado que ya se ha enfrentado a litigios similares a nivel local y estatal, mencionando un acuerdo en 2022 por el cual pagó 5,000 millones de dólares para resolver demandas relacionadas con los opioides.
El problema de la adicción a los opioides en Estados Unidos es una crisis de salud pública de enormes proporciones, con miles de ciudadanos perdiendo la vida cada año debido a sobredosis de estas sustancias. La demanda contra CVS arroja luz sobre una faceta crucial de esta crisis, apuntando a la necesidad de una regulación y vigilancia más estrictas de las prácticas de prescripción y dispensación de medicamentos peligrosos. Queda por ver cómo esta demanda influirá en la conducta futura de las cadenas de farmacias y en la lucha más amplia contra la epidemia de opioides en el país.