El talento culinario brilló en el Centro Social de El Villar, donde se celebró la séptima edición del certamen gastronómico vegetariano, un evento patrocinado por la concejalía de Educación que promueve tanto la educación básica de adultos como la animación sociocultural en la localidad. Una vibrante competencia que puso en el centro de la mesa lo mejor de la cocina vegetariana local.
El punto culminante de la jornada llegó con la entrega de premios donde creatividad y sabor se hicieron uno para deleitar a los entusiastas asistentes. En este contexto, la corona de hojaldre de Aurelia Sánchez Sánchez, procedente de la barriada Fraternidad, se alzó con el premio especial de elaboración, cosechando aplausos y reconocimiento por su excepcional propuesta.
Los premios en la categoría de entrantes se repartieron entre variadas y refrescantes propuestas. Luisa Sánchez Caballero, de Libertad, fue galardonada por su ensalada de naranjas; Marta González Aguadero, de Santa Ana, por sus melocotones rellenos; y María Carmen Naharro Fernández, también de Santa Ana, por sus mufins salados de verduras.
No menos interesante resultó la categoría de platos principales, donde destacó Higinia González Mozos, de El Villar, con su versión vegetariana de migas de pastor, cautivando así al jurado y llevándose el primer premio. Antonia López Gómez, representando a la barriada Las Mercedes, recogió el segundo premio con su arroz de olivas. El tercer lugar fue para Francisca Expósito Castillo, de la barriada Constitución, por su sopa templada de espárragos trigueros.
Un número considerable de participantes, concretamente setenta y ocho amantes de la cocina, pusieron su talento a prueba, presentando cincuenta y un platos principales y cuarenta y un entrantes que fueron valorados por un jurado experto. Diversos profesionales del sector gastronómico y público, entre los que se encontraban cocineros, organizadores y representantes municipales, formaron parte del panel de jueces encargado de sopesar las propuestas, resaltando el sabor, la originalidad y la presentación de cada plato.
Este evento, que se celebra anualmente, no solo fomenta la cocina saludable y la innovación entre los fogones sino que también se convierte en un espacio de unión y comunidad, donde los vecinos pueden compartir recetas, técnicas y, sobre todo, su pasión por la buena mesa.
