En el universo del entretenimiento televisivo, pocas series han causado tanto furor y polémica como «El juego del calamar», el fenómeno de Netflix que ha cautivado a millones de espectadores alrededor del mundo. Más allá de su trama absorbente y la crítica social que encierra, la serie ha sido el foco de controversias debido a los pasados legales complicados de algunos de sus actores principales. Estas revelaciones han abierto un intenso debate sobre si el éxito y el talento artístico pueden o no eclipsar las acciones pasadas de las figuras públicas.
El veterano actor O Yeung-su, quien ganó un Globo de Oro en 2022 por su papel como el jugador 001, ha sido condenado por abuso sexual, un caso que data de 2017. A pesar de la gravedad de los cargos, recibió una sentencia suspendida de ocho meses, condicionada a no cometer más delitos durante los próximos dos años. Por otro lado, Lee Jung-jae, el rostro detrás del protagonista Seong Gi-hun, enfrentó problemas legales en los años noventa, incluyendo incidentes por conducir en estado de ebriedad y agresiones físicas. Una de estas agresiones resultó en lesiones graves para una mujer joven, destacando la severidad de su comportamiento fuera de las cámaras.
Sin embargo, las controversias no se limitan a problemas legales por violencia o conductas inapropiadas. Song Young-chang, conocido por su papel como el jugador número 100, fue condenado en el año 2000 por tráfico de menores, una acusación alarmante que terminó en una sentencia sorprendentemente leve. Y en un caso diferente, Choi Seung-hyun, más conocido por su nombre artístico T.O.P. y su breve aparición en la serie como Thanos, se vio envuelto en un escándalo por consumo de marihuana, lo cual en Corea del Sur se considera un delito grave.
Estas polémicas han arrojado sombras sobre «El juego del calamar», mostrando que la fama también puede resaltar aspectos menos atractivos de quienes participan en estas exitosas producciones. La serie, si bien sigue prometiendo éxito para su próxima temporada, enfrenta el dilema de cómo estas revelaciones sobre el pasado de sus actores afectarán la percepción del público.
A pesar de las dificultades, los creadores de la serie siguen adelante, anticipando el futuro de «El juego del calamar» con la promesa de giros inesperados y un final que, según el creador, ha cambiado desde su concepción original. Este anuncio mantiene a los fans en vilo, expectantes de cómo se desenvolverán las complejidades de la trama en medio de las controversias. Lo que es indudable es que «El juego del calamar» no ha dejado indiferente a nadie, transformándose en un fenómeno cultural que trasciende las pantallas y despierta conversaciones sobre justicia, redención y el impacto de las acciones personales en la esfera pública.
