En una notable transformación en la situación migratoria a lo largo de la frontera entre California y México, los cruces de migrantes han disminuido drásticamente, llegando casi a una paralización total. Este cambio se ha observado después de años en los que la llegada de migrantes a la región se había intensificado de manera alarmante.
De acuerdo con un reciente artículo del Los Angeles Times, las modificaciones en las políticas de inmigración implementadas por la administración del presidente Donald J. Trump parecen estar dando frutos. Las instalaciones que anteriormente albergaban a migrantes han cerrado sus puertas, lo que refleja una significativa disminución en el número de solicitantes de asilo. Los campamentos improvisados donde los migrantes esperaban ser procesados han quedado prácticamente desiertos, y las organizaciones no gubernamentales han comenzado a redirigir sus esfuerzos hacia los inmigrantes establecidos en los Estados Unidos que enfrentan deportaciones, así como hacia aquellos que permanecen atrapados en el sur de México.
El cambio en la dinámica de la frontera es evidente. Según la Patrulla Fronteriza de San Diego, en la actualidad se están registrando aproximadamente de 30 a 40 arrestos al día. Esta cifra es un notable descenso en comparación con los más de 1,200 arrestos diarios que se registraron durante los momentos álgidos de llegada de migrantes en abril pasado.
La situación en la frontera, que había sido objeto de una intensa cobertura mediática y preocupación social, parece estar experimentando una pausa significativa en la afluencia de migrantes. Este panorama renovado plantea interrogantes sobre las políticas migratorias vigentes y su impacto en el flujo de personas que buscan cruzar a los Estados Unidos.
Para más detalles sobre esta transformación en la frontera, se sugiere consultar el artículo completo mencionado por el medio anteriormente citado.
Fuente: WhiteHouse.gov
