En un movimiento que ha captado la atención de defensores de armas y críticos por igual, el presidente Donald J. Trump ha firmado una nueva orden ejecutiva destinada a proteger el derecho constitucional de los estadounidenses a poseer y portar armas. Durante un evento reciente, el presidente subrayó que esta acción busca poner fin a lo que él califica como una violación evidente por parte del gobierno federal a las libertades fundamentales consagradas en la Segunda Enmienda.
La orden, que entra en vigor de inmediato, tiene como objetivo frenar las políticas que, según Trump, limitan el derecho de los ciudadanos respetuosos de la ley a adquirir y poseer armas. Entre las medidas específicas mencionadas, la orden instruye al nuevo Fiscal General a llevar a cabo una revisión exhaustiva de todas las acciones relacionadas con armas implementadas por la administración Biden, y a presentar un plan que elimine cualquier infracción a los derechos de la Segunda Enmienda.
Trump ha criticado abiertamente lo que considera ataques sistemáticos de la administración anterior, afirmando que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) ha sido utilizada para debilitar a los propietarios de negocios de armas en EE. UU., en particular a las pequeñas empresas. La administración Biden ha enfrentado acusaciones por implementar una política de «tolerancia cero» que ha incrementado drásticamente las acciones de aplicación de la ley contra estos comerciantes por errores administrativos menores, restando así oportunidades a los pequeños empresarios del sector.
En su defensa del derecho a portar armas, Trump también destacó logros de su mandato anterior, como la decisión de retirar a Estados Unidos del Tratado sobre el Comercio de Armas de la ONU, acción que, según él, protege a los ciudadanos de la regulación internacional sobre la posesión de armas. Además, su administración redefinió el término «fugitivo de la justicia» para establecer criterios más claros sobre quién está prohibido de comprar un arma, lo que reduce la ambigüedad en la legislación existente.
Además, el presidente Trump destacó su declaración de la industria de armas como «esencial» durante la pandemia, lo que permitió que las tiendas de armas y los campos de tiro permanecieran abiertos, contrarrestando así los intentos de cierre por parte de algunos gobiernos locales.
Con esta orden ejecutiva, Trump busca reafirmar su compromiso con la defensa del derecho a la auto-protección y la libertad individual, un tema que ha sido un pilar de su plataforma política. Esta decisión promete generar un amplio debate sobre la regulación de armas y los derechos de los ciudadanos en el país.
Fuente: WhiteHouse.gov