La arquitecta Marta Montecucco ha encendido un apasionado debate en el sector de la arquitectura y el diseño de interiores al abogar por la integración de un lavadero en las viviendas modernas, destacando que este espacio no necesariamente debe situarse en la cocina. En una reciente conferencia en un prestigioso foro de arquitectura, Montecucco compartió su perspectiva sobre la funcionalidad y la estética del hogar, defendiendo la idea de que el lavadero puede desempeñar un rol esencial en la organización del espacio sin sacrificar el diseño general.
Montecucco explicó que es común ubicar los ambientes de servicio, como el lavadero, en la cocina de muchas viviendas. Sin embargo, advirtió que esta práctica podría limitar la eficiencia de los espacios y alterar la experiencia del día a día de los residentes. «La cocina es un lugar de encuentro y creatividad. Incorporar un lavadero en este ambiente podría restarle su esencia», destacó la arquitecta.
La profesional propone que el lavadero sea un espacio independiente, que podría localizarse en áreas como el pasillo, el baño o incluso en un pequeño espacio externo. Según su análisis, esta disposición no solo ofrecería mayor funcionalidad, sino que también permitiría integrar otras actividades, como el cuidado de la ropa o la limpieza, sin invadir la privacidad de la cocina. Además, sugirió que un lavadero bien diseñado puede ser un espacio estéticamente agradable, con almacenamiento adecuado y un diseño atractivo, que complemente la decoración general de la vivienda.
Montecucco también señaló los beneficios prácticos de tener un lavadero separado, como la reducción del ruido y la posibilidad de contar con un espacio específico para el mantenimiento de electrodomésticos. «Un lavadero no es solo un lugar para lavar ropa. Es un espacio donde se pueden realizar múltiples tareas que son parte de la dinámica diaria del hogar», añadió.
La propuesta de Montecucco ha resonado entre numerosos profesionales del diseño, así como entre familias que buscan maximizar la funcionalidad de sus hogares. No obstante, también ha generado críticas por parte de quienes opinan que separar estos espacios podría ser poco práctico en ciertos tipos de viviendas, especialmente en departamentos de tamaño reducido.
Conforme la discusión avanza, se hace evidente que la visión de Marta Montecucco sobre el lavadero en el hogar abre nuevas posibilidades para reconsiderar la distribución de los espacios en nuestras viviendas, desafiando las normas tradicionales y proponiendo una aproximación más flexible y funcional. En un mundo donde la optimización del espacio es clave, sus ideas podrían establecer un nuevo estándar en el diseño de hogares en los próximos años.

















