Plataforma contra la Ley cinegética exige un debate abierto y plural sobre

plataforma contra la ley de cinegetica

Las entidades que conforman la Plataforma contra la ley cinegética han presentado casi 70 alegaciones que afectan a numerosos aspectos del texto del reglamento de Ley de Caza en CLM. Fue el pasado día 6 de mayo, cuando finalizó el plazo para presentar alegaciones al borrador de reglamento de la Ley de Caza de Castilla-La Mancha.

Plataforma contra la ley cinegética

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Tal como se ha dado a conocer, el borrador del reglamento, lejos de profundizar en las mejoras introducidas en 2018 a la Ley de Caza de 2015, lo hace en sentido contrario. Ya que llega a contradecir o vaciar de contenido cuestiones ya discutidas y consensuadas con el Gobierno regional en la pasada legislatura.

Se considera que este reglamento debería velar por reducir los impactos de la caza en el uso público, el bienestar animal y la biodiversidad, pero en absoluto es así, en el texto el Gobierno asume los intereses del sector cinegético sobre todos los demás.

Preocupante la prioridad que se da a la caza frente a la sostenibilidad

En el reglamento resulta especialmente preocupante la prioridad que se le da a la caza frente al uso sostenible de espacios públicos y zonas de seguridad. Aspecto que queda reflejado sobre todo en los artículos 85 y 86, donde se abre la posibilidad a cazar en zonas de seguridad como vías pecuarias y de dominio público hidráulico o a que se pueda cortar un camino para dar una cacería.

También se permite que los cotos no señalicen parte de estas zonas o que se utilicen carteles intimidatorios para disuadir del uso de espacios públicos.

Si una cacería es un peligro, no debe de llevarse a cabo

Para la Plataforma contra la ley cinegética no es entendible que una persona que practique senderismo o cualquier deporte o actividad, o simplemente salga a dar un paseo con amistades o familia por el campo se pueda encontrar con caminos o senderos cortados o una señalización amenazante de peligro.

El Gobierno debiera de actuar al contrario, salvaguardando el uso público y la seguridad y no haciendo recaer en el usuario del medio natural la responsabilidad en caso de accidente. Si una cacería es un peligro, no debe de llevarse a cabo, y menos afectando a zonas públicas.

En cuanto a la atención al bienestar y la protección animal es algo que se ha obviado completamente, manteniéndose modalidades tremendamente crueles, asumiendo con la caza el control de perros y gatos y evitando incorporar medidas adicionales de protección para los animales que se usan en la caza, tales como perros, caballerías, hurones o rapaces.

La caza de perro de madriguera con 8 perros entrando en las zorreras

Ya que no es compatible la actividad con el no maltrato, como reconocieron en la Ley de Bienestar y Protección Animal al excluir la acción de cazar de este concepto, cabía esperar alguna atención a este aspecto en el reglamento. En el texto apenas se invoca esta cuestión y, sin embargo, sí caben barbaridades como permitir la caza de perro de madriguera con 8 perros entrando en las zorreras incluso en época de reproducción.

En cuanto a la conservación de la biodiversidad y a la desintensificación de la gestión cinegética, la Plataforma observa varios pasos atrás que afectan a la caza de especies en regresión, de autorización de métodos de control de predadores, de caza en zonas protegidas o de autorizaciones que favorecen las sueltas de granja y a los cuarteles de caza comercial.

Debe primar la seguridad física y jurídica

Las alegaciones también atienden a la necesidad de profundizar y ofrecer claridad a las facultades de los agentes medioambientales en la materia al objeto de facilitar su correcto desempeño primando la seguridad física y jurídica de tan importante colectivo profesional.

Por todo ello la Plataforma contra la ley cinegética, añade a las alegaciones varias propuestas, entre ellas, la más importante, la instauración de una parada biológica de la actividad cinegética que dote de un amplio periodo de tranquilidad a la fauna y de seguridad para facilitar el uso público del medio natural.

Frente a la situación actual en la que es posible cazar a lo largo de todo el año prácticamente en cualquier parte, se pide que haya una parada de 8 meses, como ya era tradicional, quedando fijado el periodo de caza dentro de lo que es la temporada habitual marcada en la orden de vedas, de octubre a enero.

Un debate abierto y plural sobre el reglamento

La Plataforma reclama que no se puede afrontar este proceso como una simple discusión entre cazadores y ecologistas, porque lo que está en juego es mucho. Disfrutar del medio natural con seguridad es esencial para la calidad de vida y salud de la población como se ha visto enesta pandemia. Y, además, sería un motor económico de primera magnitud en las zonas rurales si se hicieran las cosas bien.

Por ello se solicita a José Luis Escudero, Consejero de Desarrollo Sostenible, que acoja un debate abierto y plural sobre el reglamento como se hizo en la anterior legislatura con la ley y que sea sensible a todos los colectivos interesados y afectados por esta cuestión.

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