En un sorpresivo giro de eventos que capturó la atención del público y los medios, José María Almoguera, hijo de Carmen Borrego y conocido por su vida alejada del foco mediático en comparación con su célebre familia, decidió romper su silencio la noche del 20 de septiembre en el programa «¡De viernes!», conducido por Santi Acosta y Beatriz Archidona en Telecinco. La entrevista, grabada previamente, llegó a la audiencia en un momento de tensión palpable, especialmente para Carmen Borrego, quien se vio obligada a presenciar las declaraciones de su hijo desde el plató, contraviniendo sus deseos y anticipando posibles fricciones familiares ante el público.
Carmen Borrego, una figura recurrente en la televisión y hermana de Terelu Campos, había firmado un contrato con la productora del programa en agosto, asegurándose de que no tendría que compartir plató con su hijo o su exnuera. Sin embargo, no contempló la posibilidad de una entrevista de su hijo que, técnicamente, no violaba los términos acordados pero que la ponía en una situación incómoda y comprometedora ante las cámaras y la audiencia.
La tensión se palpaba en la atmósfera del plató incluso antes de la transmisión de la entrevista. Carmen expresó su preocupación y disgusto, temiendo ser juzgada no solo como figura pública sino también en su faceta más personal y delicada: su rol como madre. Ante esta situación, «¡De viernes!» arrancó su emisión con una disculpa dirigida a Borrego, asegurándole que ni el programa ni su hijo buscaban cuestionar su integridad o su desempeño maternal.
Fue una noche de emociones encontradas, donde Carmen Borrego tomó la oportunidad de defender su honor y aclarar su posición ante los espectadores. Con voz firme, destacó la diferencia entre su imagen pública y su rol como madre, criticando la facilidad con la que se difaman y se siembran dudas sobre las personas en el ojo público, reafirmando su compromiso y amor incondicional hacia su familia por encima de las controversias mediáticas.
La entrevista con José María Almoguera, lejos de ser un espectáculo de acusaciones o reproches, se convirtió en un espacio de diálogo y entendimiento. Al finalizar el programa, tanto Santi Acosta como Beatriz Archidona reiteraron sus disculpas y aseguraron que el enfoque de la entrevista había sido siempre el respeto y la seriedad, buscando aclarar los malentendidos y no profundizar heridas.
Este incidente subraya la compleja relación entre la vida privada de los personajes públicos y su representación en los medios. En casos como el de Carmen Borrego y su hijo, la línea entre lo personal y lo mediático se difumina, dejando en evidencia las presiones y los desafíos que enfrentan las familias al vivir bajo el constante escrutinio de la opinión pública. La noche del 20 de septiembre en «¡De viernes!» será recordada como un momento de vulnerabilidad, honestidad y confrontación en la ya tormentosa relación entre la prensa del corazón y las celebridades de España.
