‘¡De viernes!’ crea polémica en Telecinco: Desata la indignación al engañar a su audiencia con una promesa incumplida

La noche televisiva del viernes se tiñó de polémica y revelaciones con la nueva entrega de «¡De viernes!» en Telecinco. En el centro de la tormenta mediática se encontraba la ruptura de Sofia Suescun y Maite Galdeano, un tema que ha mantenido en vilo a los seguidores del programa. Asumiendo el papel de protagonista por una noche, Kiko Jiménez tomó el plató para desentrañar su perspectiva sobre los hechos que condujeron a esta sonada separación, todo esto bajo la atenta mirada de su suegra, Maite Galdeano, quien escuchaba desde fuera del plató.

No obstante, la expectación generada alrededor de esta trama personal no pudo sostener los acostumbrados números de audiencia del espacio de chismorreo de Mediaset. «¡De viernes!» vio cómo su rivalidad con el estreno de la undécima temporada de «La voz» en Antena 3 se inclinaba desfavorablemente hacia el lado de la balanza. El talent show logró captar una mayor cuota de pantalla, un 15% de share, frente al 12,4% que reunió Telecinco con su habitual fórmula de corazón y revelaciones.

Esa noche, el programa conducido por Beatriz Archidona y Santi Acosta enfocó gran parte de su contenido en entrevistar no solo a Kiko Jiménez, sino también a otras figuras destacadas como Maite Galdeano, Julián Muñoz y Mayte Zaldívar. Sin embargo, una de las estrategias de «¡De viernes!» para mantener enganchada a su audiencia fue anticipar la emisión del primer «edredoning» de «Gran Hermano 2024», prometiendo revelar la identidad de los primeros concursantes en mantener relaciones íntimas dentro de la famosa casa de Guadalix de la Sierra.

La expectativa por este momento culminante se mantuvo durante todo el programa con rótulos como «Primer edredoning completo, a continuación», y afirmaciones de los presentadores sobre el inminente destape de los implicados en el escándalo. A pesar de ello, fue hasta el último minuto cuando Beatriz Archidona confirmó que efectivamente había ocurrido el primer «edredoning» del reality, instando a los colaboradores a especular sobre la identidad de los concursantes.

El desenlace de esta trama se reservó para el debate de «Gran Hermano» del domingo, postergando la satisfacción del público y creando un sentimiento de decepción por no cumplir con lo anunciado previamente. No obstante, para aquellos seguidores más acérrimos que seguían el Canal 24 horas del reality, ya era un secreto a voces que Vanessa y Javier, el matrimonio dentro de la casa, eran los protagonistas de las próximas imágenes controversiales que prometía emitir la cadena.

En resumen, la televisión una vez más se convirtió en el escenario de estrategias para captar audiencia, jugando con la curiosidad y las emociones del público, en una noche donde la música, los corazones rotos y los secretos nocturnos de «Gran Hermano» tejieron la trama de la programación.

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