En un emotivo episodio televisado que cautivó a miles, el programa «Y ahora Sonsoles» se vio inmerso en una polémica familiar que dejó a la audiencia dividida. Mari Carmen, una de las invitadas al programa, acusó en vivo a su hermano de abandonar los cuidados de su padre nonagenario, una tarea que asegura haber asumido ella sola durante los últimos 15 años. Sin embargo, la sorpresiva intervención de Encarni, una vecina de su hermano, puso en duda su relato.
Mari Carmen, visiblemente afectada, describió un panorama desolador en el que su hermano, trabajador del ayuntamiento y supuestamente responsable de coordinar ayuda social, se desentendió completamente de su padre tras sufrir un infarto hace una década y media. La situación familiar, según Mari Carmen, había alcanzado un punto de no retorno, revelando incluso acciones legales contra su cuñada por supuestas faltas de respeto.
Sin embargo, el debate tomó un giro inesperado cuando Encarni tomó la palabra. Con una confianza inquebrantable, defendió al hermano de Mari Carmen, alegando que las acusaciones eran completamente falsas. Según Encarni, el supuesto hermano desentendido pasaba sus tardes cuidando del padre enfermo y estaba al frente de sus necesidades médicas, una versión que contrastaba fuertemente con el testimonio inicial.
La discusión en el plató se caldeó cuando Encarni acusó a Mari Carmen de cobrar por cuidar a su propio padre, una afirmación que incitó una respuesta airada y amenazas de acciones legales por parte de la acusada. Esta confrontación directa no solo puso en tela de juicio la veracidad de las historias compartidas sino que también evidenció la complejidad de las dinámicas familiares, especialmente cuando intervienen el cuidado de seres queridos y las percepciones públicas.
Lo que comenzó como un espacio para exponer una aparente negligencia familiar, rápidamente se convirtió en un espectáculo de disputas personales que dejó al público y a los espectadores en línea preguntándose sobre la realidad detrás de las cámaras. Este episodio de «Y ahora Sonsoles» subraya cómo los medios de comunicación pueden ser un doble filo al ventilar asuntos privados, a veces amplificando malentendidos o revelando verdades ocultas en el tejido de las relaciones familiares.
