La gala cero de Gran Hermano 20 ha dado un giro inesperado, recordando momentos de otros reality shows de Telecinco, también bajo la conducción de Jorge Javier Vázquez. En un acto que sorprendió a todos, Marcos decidió no ser concursante oficial del programa al enterarse de que su hermano, Diego, había ingresado.
La tensión entre ambos hermanos, que tiene sus raíces en una discusión acalorada del mes pasado, marcó su camino hacia el reality. A pesar de los intentos de la organización por convencer a Marcos de unirse al concurso, su respuesta fue firme. «No quiero que mi sueño se convierta en la pesadilla de Gran Hermano; para mí y para los míos puede ser muy duro», explicaba Marcos, dejando claro que su decisión estaba motivada por razones personales y familiares.
El ambiente en la gala se tornó denso cuando se reveló que Diego, quien llegó con la esperanza de encontrar el amor y con una pasión por los caballos, enfrentaría la experiencia en la casa sin el apoyo de su hermano. Durante su encuentro a través de las pantallas, Diego mostró frialdad y distancia, a pesar de agradecer a Marcos por permanecer fuera del concurso, argumentando que necesitaba seguir con sus responsabilidades familiares.
Sin embargo, no todo fue desolación. A pesar de su negativa a participar en el programa, Marcos fue invitado al estreno del debate como colaborador, un giro inesperado en la dinámica del programa, brindándole una nueva oportunidad de interactuar con el público y los demás concursantes desde fuera de la casa.
En medio de estos vaivenes emocionales, la estructura de Gran Hermano 20 también ofrece novedades con la introducción de «El Oasis», un espacio anexo donde cuatro participantes extraoficiales podrán vivir su propia experiencia, lo que añade una nueva capa de intriga a esta temporada. A medida que avanzan los días, los espectadores se preguntan cómo se desarrollará esta historia familiar y qué implicaciones tendrá en la convivencia dentro de la casa.
