La cuenta regresiva para despedir el año ya ha comenzado y las principales cadenas de televisión en España están calentando motores para asegurar tener la mayor audiencia en los últimos minutos del 2024. Este año, la competencia promete ser más reñida que nunca, con las cadenas jugándose el todo por el todo para liderar la lista de los programas más vistos en el tramo final del año.
Entre los nombres que resuenan con más fuerza está, como ya es tradición, Cristina Pedroche, quien año tras año ha captado la atención no solo por su carisma, sino por el gran misterio que rodea siempre a su vestuario. Sin embargo, este año la atención también se ha desviado hacia la propuesta de Televisión Española, que ha decidido apostar fuerte al presentar a David Broncano y Lalachus como los encargados de dirigir las campanadas de Nochevieja.
La elección de Broncano y Lalachus ha desencadenado una oleada de reacciones en las redes, no todas positivas. Lalachus, en particular, ha sido blanco de críticas y mensajes despectivos relacionados con su imagen, algo que ha encendido el debate sobre el tratamiento que reciben las figuras públicas, en especial las mujeres, en los medios y redes sociales.
En defensa de los presentadores, Daviz Muñoz, marido de Cristina Pedroche y reconocido chef, ha salido en su apoyo. Durante una intervención en el programa «La revuelta», Muñoz ha denunciado el nivel de odio y los insultos recibidos, haciendo énfasis en el doble estándar con el cual se juzga a hombres y mujeres en la televisión y en las redes sociales.
La posición de Muñoz no ha pasado desapercibida y ha provocado una oleada de apoyo hacia las figuras públicas que cada año se exponen al escrutinio público durante las campanadas. Se destaca especialmente la labor de Pedroche, quien cada año, lejos de amilanarse, prepara con meses de antelación su atuendo, marcado siempre por algún tipo de mensaje o causa social.
La aparición de Broncano y Lalachus en las campanadas de TVE es vista con expectación, pero también con cierta preocupación ante la posible repetición de actos de hostilidad virtual. Sin embargo, el propio Broncano ha querido restarle hierro al asunto, abogando por una «sana competencia entre cadenas» donde el objetivo final sea el disfrute de la audiencia.
Mientras las principales cadenas se preparan para este evento televisivo de gran magnitud, el panorama subraya una preocupación latente sobre el impacto de las redes sociales y la forma en que el público interactúa con quienes aparecen en pantalla. La edición de las campanadas de 2025 no solo marcará el paso al nuevo año, sino que también pondrá a prueba la evolución de la sociedad española en su trato hacia las figuras públicas.
