En un movimiento que refuerza su compromiso con la ciencia y la innovación, Donald Trump, en su regreso a la Casa Blanca como el presidente número 47 de Estados Unidos, ha designado al destacado científico Darío Gil, originario de El Palmar (Murcia), como subsecretario de Ciencia e Innovación del Departamento de Energía. Este nombramiento, que se confirmará este lunes 20 de enero tras la investidura de Trump en el Capitolio de Washington D.C, destaca por colocar a un individuo con un sólido trasfondo en el avance tecnológico en una posición de notable influencia dentro del gobierno.
Darío Gil, nacido en 1975, ha transitado un camino excepcional desde sus raíces en Murcia, España, hasta llegar a la cúspide de la investigación tecnológica en Estados Unidos. Su traslado a Madrid con su familia marcó el inicio de una jornada que eventualmente lo llevaría a cruzar el Atlántico persiguiendo su pasión por la ciencia y la tecnología. Gil, quien inicialmente se formó en California, se especializó en ingeniería eléctrica e informática en el Stevens Institute of Technology de Nueva Jersey. Su ambición y deseo de explorar los límites de la ciencia lo condujeron al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde su investigación se centró en la nanotecnología, culminando con un doctorado en esta disciplina pionera.
La trayectoria profesional de Gil lo ha visto convertirse en un pilar en IBM, ocupando el cargo de vicepresidente sénior y director de Investigación de IBM Research. Su gestión ha estado marcada por logros significativos, tal como la construcción de la primera computadora cuántica programable disponible en la nube, un hito que redefine el panorama de la computación avanzada.
El Departamento de Energía, bajo la guía de Gil, se posiciona para obtener un impulso en el desarrollo de tecnologías avanzadas, en especial en los campos de la inteligencia artificial, la computación cuántica y las energías renovables. La experiencia previa de Gil, combinada con su capacidad de liderazgo demostrada en IBM y en roles consultivos durante el primer mandato de Trump, sugiere una dirección prometedora para el avance científico y tecnológico en Estados Unidos.
Además de su reconocido papel en el sector privado, Gil ha ejercido influencia en el ámbito público. Durante la primera administración de Trump, fue miembro del Consejo Presidencial de Asesores de Ciencia y Tecnología (PCAST) y asesoró al Congreso en áreas estratégicas como los semiconductores, la inteligencia artificial y la computación cuántica. Esta experiencia lo solidifica como una voz influyente en el ámbito científico y tecnológico a nivel nacional.
En el contexto de un regreso que ha capturado la atención nacional e internacional, la elección de Darío Gil subraya la intención de la administración Trump de fomentar una sinergia entre la ciencia, la tecnología y la política para enfrentar los desafíos emergentes y aprovechar las oportunidades futuras. La comunidad científica y tecnológica, junto con observadores políticos, estará atenta al impacto que esta colaboración pueda tener en el desarrollo de políticas y proyectos a futuro.