Dani Rodríguez y un problema mayúsculo en Mallorca
La relación entre el Mallorca y Dani Rodríguez ha llegado a un punto crítico. La última controversia se desencadenó tras declaraciones del veterano centrocampista, en las que cuestionó al entrenador Jagoba Arrasate, lo que llevó al club a despojarlo de la capitanía y sancionarlo sin sueldo. En lugar de buscar una solución, lo que se observa es un intensificado conflicto entre ambas partes, con la directiva buscando una rescisión de contrato que Rodríguez, quien tiene vínculo hasta junio de 2026, se niega a aceptar.
Este enfrentamiento ha sido precedido por otros incidentes, incluido uno que tuvo lugar en enero durante la Supercopa en Arabia Saudí, donde Rodríguez criticó la gestión del club en la defensa de mujeres abusadas por aficionados. Desde entonces, su relación con el equipo ha estado marcada por tensiones, culminando en discusiones con el CEO Alfonso Pérez y su reciente desacuerdo sobre la alineación en un partido contra el Real Madrid. Estas tensiones han derivado en sanciones y un clima de incertidumbre que afecta tanto al jugador como al equipo.
¿Cómo continuará esta historia?
Con Rodríguez decidido a hacer valer su deseo de seguir jugando y la directiva firme en su posición, la situación parece estancada. El ex capitán del equipo desea regresar a los entrenamientos y evitar un castigo deportivo que podría ser aún más grave que la sanción económica impuesta. Mientras el gallego se entrena en solitario, evalúa qué pasos tomar a continuación. Si la tensión persiste, una salida en el mercado invernal podría ser su única opción. Tras siete años y más de 250 partidos con la camiseta del Mallorca, una despedida fallida podría empañar su legado en Son Moix.