En una reciente edición de Lo de Évole, el presentador Jordi Évole eligió un entorno distendido y cercano para su encuentro con el cantante Dani Martín: un camping en la sierra madrileña. Entre chuletones, morcillas y longanizas en una barbacoa que ambientaba la charla, Martín abrió su corazón para hablar sobre cómo las críticas y mofas sobre su peso han impactado su vida personal y profesional.
Durante la entrevista, Évole, aprovechando el contexto relajado, indagó sobre los hábitos alimenticios de Martín, quien admitió preocuparse bastante por su dieta debido a un metabolismo que le hace ganar peso rápidamente. "Parezco un yoyó, como una bola," confesó el cantante, desencadenando una conversación más profunda sobre sus inseguridades físicas y cómo estas han sido foco de comentarios crueles por parte del público.
Martín reveló haber vendido más entradas a sus conciertos en los momentos en que su peso era mayor, lo que, en su opinión, demuestra que a su audiencia realmente no le importa el aspecto físico, sino su música. Sin embargo, el artista no ocultó el dolor que le han causado las observaciones hirientes sobre su físico, especialmente cuando estas provienen de forma espontánea y en situaciones cotidianas. "Yo he ido a la playa y no me he quitado la camiseta en mi puta vida", expresó, destacando su precaución a la hora de exponerse a los paparazzis y al juicio público.
A pesar de los desafíos y los momentos difíciles por los que ha pasado debido a su aspecto, Martín también compartió momentos de humor, como cuando retó a los fotógrafos a encontrarlo ahora que se encuentra en mejor forma. Sus reflexiones sobre la aceptación y la superación de comentarios negativos se convirtieron en el corazón de una entrevista que, más allá de la música y el espectáculo, tocó temas de autoestima, aceptación social y la presión que enfrentan figuras públicas.
Esta sincera conversación ofrece una mirada íntima a la batalla personal de Dani Martín con su imagen corporal y el escrutinio público, al tiempo que resalta la importancia de superar los prejuicios y valorar el talento y la humanidad por encima de la apariencia física.