Fuertes lluvias y vientos han desatado la emergencia en varias partes del noreste de la India y el oeste de Bangladés, preparándose para el embate del severo ciclón Dana, que ya ha obligado a la implementación de medidas extremas como la cancelación de vuelos y la declaración de alerta máxima en las áreas costeras.
En un esfuerzo por salvaguardar vidas, las autoridades de la India han evacuado a casi medio millón de personas en anticipación a la llegada del ciclón, con categoría intensa, a las costas del este del país esta medianoche. La tormenta ciclónica se encuentra acechando en la Bahía de Bengala, aproximándose peligrosamente a los estados indios de Odisha y Bengala Occidental, ha comunicado el Departamento de Meteorología de la India (IMD). Se anticipa que el ciclón incursione en tierra alrededor de las 24.00 horas (18.30 GMT), arrastrando consigo precipitaciones torrenciales que mantendrán en vilo a cerca de una decena de distritos con alerta roja activada, además de provocar vientos que sobrepasarán los 100 kilómetros por hora y ráfagas que podrían alcanzar los 120 km/h, según indicaciones del IMD.
Las consecuencias del inminente ciclón Dana ya se sienten con la suspensión de operaciones aéreas. Desde esta tarde y hasta la mañana del viernes, los vuelos en la zona costera de Bengala Occidental, incluyendo su capital, Calcuta, se ven interrumpidos, tal como informó la administración del aeropuerto. En paralelo, Odisha se enfrenta a la cancelación o modificación de hasta 45 vuelos, afectando notablemente las operaciones del aeropuerto de Bhubaneswar, la capital estatal, como lo confirmó Prasanna Pradhan, director del aeropuerto. La situación también ha forzado a la cancelación de cientos de rutas de tren, añadiendo una capa adicional de complejidad a la ya estresante situación.
No solo la India, sino también Bangladés, se encuentran en riesgo de ver más de una decena de sus distritos costeros, incluidas zonas de vital importancia como la ciudad porteña de Chittagong y Cox’s Bazar –donde se encuentran asentados los campamentos de refugiados rohinyás– inundados. Estos últimos son especialmente vulnerables durante eventos climáticos extremos.
La Bahía de Bengala es un conocido corredor de ciclones, especialmente activo durante los meses de abril a mayo, y de octubre a noviembre. Sin embargo, gracias a la vigilancia constante mediante satélites meteorológicos indios, tanto la India como Bangladés han logrado mitigar en gran medida el impacto de estos desastres naturales en comparación con tragedias pasadas, como el ciclón de 1999 que devastó Odisha dejando un saldo de más de 9.000 fallecidos. La colaboración y preparación entre ambos países son claves para enfrentar este nuevo desafío que les impone la naturaleza.