El aumento de las celebraciones por las fiestas de Navidad y Año Nuevo y con ello un mayor número de salidas con amigos y familiares hace que se incrementen los casos de pacientes en las consultas de Podología por lesiones y molestias ocasionadas por el uso de zapatos inadecuados.

El Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha consciente de esta realidad aclara que buena parte del dolor reside en la estrechez de la horma del zapato o en la altura del tacón empleado, en el caso de las mujeres. Por ello, insiste que es recomendable utilizar un zapato que tenga un tacón de entre 3 y 5 centímetros, que éste sea ancho para aportar mayor estabilidad y que tenga una horma que se adapte al ancho natural del pie para no presionarlo.

El uso de tacones muy altos puede provocar molestias leves o severas en los pies, como hinchazón, callos, durezas, problemas en los huesos como los juanetes o dedos en garra, e incluso dolor de espalda. Ampollas, rozaduras, sobrecarga metatarsal y dolor en cualquier parte del pie son los motivos de consulta más frecuentes.

Sin embargo, el dolor no es el único problema que producen los tacones. Su uso puede predisponer a sufrir lesiones en el tobillo, tales como esguinces y provocar diversas afecciones que van desde tendinitis, juanetes,dedos en garra o martillo, hasta artrosis y artritis en las rodillas.

El uso frecuente y prolongado de tacones (a partir de cinco centímetros) altera la biomecánica de la marcha ya que al caminar la espalda tira un poco hacia delante y se llegarán a producir modificaciones estructurales que afectarán al tobillo, las rodillas, las caderas y la columna vertebral. Los tacones elevan el talón y desplazan el peso hacia delante, y este exceso de presión hace que los dedos se puedan deformar.

El uso de un tacón excesivamente alto hace que al caminar con tanta inclinación, la musculatura de la pierna, especialmente los gemelos y el sóleo, se contraen y quedan más cortos de lo normal. Por tanto se atribuye el acortamiento de la musculatura como una de las secuelas que conlleva el uso continuado de tacones. Este problema explica las fuertes molestias que tienen muchas mujeres cuando dejan de usar tacones incluso algunas aseguran no saber caminar. A pesar de la incomodidad, el acortamiento es un mal reversible. Por ello, los podólogos recomiendan ir reduciendo el tacón de forma progresiva, y no quitarse los 10 centímetros de golpe, además de realizar ejercicios de estiramiento de la musculatura posterior de la pierna.

Desde el Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha se aconseja no abusar de un calzado inadecuado durante estas fiestas, ya que puede pasar factura en el mes de enero.

Además, se recomienda que el zapato sea de buen material, porque lo barato sale caro;  que el calzado sea de piel, en lugar de plástico, charol o material sintético.

Los podólogos recuerdan que las lesiones en los pies son hasta cuatro veces más frecuentes en las mujeres que en los de los hombres, y los podólogos lo atribuyen al uso excesivo de tacones. Pero, además, insisten en que no sólo los pies sufren las consecuencias de llevar un calzado inadecuado, también las rodillas y la espalda debido a que los tacones desplazan el peso del cuerpo hacia delante, aumentando así la presión sobre los dedos y obligando a adoptar una postura corporal que compense este desequilibrio, lo que hace que todas las articulaciones se resientan.

No obstante, los podólogos de Castilla-La Mancha puntualizan que no están en contra de los zapatos de tacón, pero se debe tener en cuenta que hay que usarlos con moderación y que son para llevarlos un período corto de tiempo. Además, aseguran que antes de que aparezcan cambios importantes si la persona nota dolor, inflamación o callosidades es cuando será el momento de acudir a un podólogo colegiado y titulado, que es el especialista en pie y tobillo y podrá diagnosticar y tratar los problemas lo antes posible para evitar futuras dolencias y deformidades más severas.

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