Cuidado con estar empadronado en una ciudad y vivir en otra: las multas pueden alcanzar los 150 euros

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En España, el empadronamiento no es solo un trámite burocrático más, sino una obligación legal que puede acarrear sanciones económicas si no se cumple correctamente. Según el Real Decreto 1690/1986, todos los ciudadanos, ya sean españoles o extranjeros, deben estar empadronados en el municipio donde residen habitualmente. Además, el Real Decreto 141/2024, de 6 de febrero, refuerza esta norma al exigir la actualización del padrón en caso de mudanza, incluso si esta se produce dentro del mismo territorio.

No cumplir con esta obligación puede resultar en multas que oscilan entre los 3 euros en municipios pequeños y los 150 euros en ciudades con más de 500.000 habitantes. Estas sanciones son solo el principio de los problemas que pueden surgir al estar empadronado en un lugar diferente al de residencia real.

Los riesgos de no empadronarse correctamente

Uno de los principales inconvenientes de no estar empadronado en el municipio donde se reside es la limitación en el acceso a servicios públicos básicos. Por ejemplo, para recibir atención médica en un centro de salud, es necesario estar empadronado en la zona correspondiente. Lo mismo ocurre con la matrícula en colegios públicos o la recepción de ayudas y becas, que suelen estar vinculadas al lugar de empadronamiento.

Además, en caso de emergencias o notificaciones importantes, como avisos de cortes de agua o trabajos en la vía pública, las autoridades locales no podrán contactar con quienes no figuren en el padrón municipal. Esto puede generar complicaciones innecesarias en el día a día.

¿Qué pasa si se vive entre dos ciudades?

La legislación española contempla casos en los que una persona alterna su residencia entre varios municipios. En estas situaciones, el empadronamiento debe realizarse en el lugar donde se pase la mayor parte del año. Sin embargo, no es posible estar empadronado en dos sitios a la vez, ya que esto se considera una irregularidad administrativa y puede acarrear sanciones o la pérdida de derechos como el voto o la recepción de servicios municipales.

Cómo realizar el trámite

El proceso de empadronamiento es sencillo y puede realizarse tanto de forma presencial como online, aunque el método presencial suele ser más rápido. Para ello, es necesario presentar documentación que acredite la residencia, como un contrato de alquiler o una autorización del propietario, junto con el DNI o el certificado de estudios.

Es importante recordar que muchos ayuntamientos exigen cita previa para realizar este trámite, por lo que es recomendable informarse con antelación para agilizar el proceso.

Conclusión

Empadronarse en el lugar de residencia no es solo una obligación legal, sino también una forma de garantizar el acceso a servicios públicos y evitar sanciones económicas. En caso de duda, lo más conveniente es acudir al ayuntamiento correspondiente para regularizar la situación lo antes posible.

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