El presidente de CIDE, Gerardo Cuerva, ha enfatizado la necesidad de que España cuente con certidumbre para presentarse en los mercados de forma «atractiva y robusta», lo cual es esencial para fortalecer el sistema energético del país. En su discurso durante la inauguración del Congreso Anual de CIDE, que reúne a 190 pequeñas y medianas distribuidoras de energía eléctrica, Cuerva subrayó que solo mediante inversiones ágiles, rentables y garantizadas, el sistema energético podrá modernizarse como lo requieren tanto España como Europa.
Cuerva lamentó en su intervención la incertidumbre que afecta a España, indicándola como una de las principales causas del estancamiento de las inversiones en el país, tanto extranjeras como internas. «Nuestras empresas necesitan estabilidad para poder desempeñar su trabajo», destacó, asegurando que la certidumbre resultará determinante para atraer capital, que, según él, buscará siempre los entornos más rentables y seguros.
El presidente de CIDE también destacó la vital participación de las pequeñas y medianas empresas en los objetivos de descarbonización, a la vez que se refirió a los retos que enfrenta la España vaciada. «Es importante que seamos conscientes del papel que jugamos en el futuro de nuestro sector en los territorios donde estamos,» comentó.
En cuanto a la distribución de energía eléctrica, Cuerva subrayó que España enfrenta dos desafíos clave: la electrificación del consumo y la inversión en redes. Defendió que el sector al que representa tiene un rol determinante en ambos casos y que es fundamental facilitar al consumidor el acceso a la potencia necesaria, ofreciendo incentivos y soluciones viables para la transición hacia tecnologías menos contaminantes, como vehículos eléctricos o sistemas de calefacción más ecológicos.
El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, resaltó el compromiso de CIDE con la despoblación, mencionando las desventajas que enfrenta el Casco Histórico en términos de uso de nuevas tecnologías para reducir el consumo energético. Sin embargo, destacó la iniciativa del Ayuntamiento de Toledo de establecer una comunidad energética, permitiendo a los participantes beneficiarse de la energía solar generada en cubiertas fuera del Casco Histórico.
Por su parte, el presidente de Cecam, Ángel Nicolás, puso en valor la cooperación efectiva que existe en Castilla-La Mancha entre los agentes sociales, destacando que en esta comunidad se logra consensuar decisiones que en otras partes del país resultan difíciles. Nicolás también criticó instancias a nivel nacional que buscan imponer acuerdos sin un consenso previo, argumentando que en Castilla-La Mancha trabajan de forma conjunta entre sindicatos y empresarios.
Finalmente, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, aprovechó el Día Mundial del Cambio Climático para subrayar la importancia de cuidar el entorno. Señaló el crecimiento de una economía en torno a la transición ambiental y la oportunidad que tiene España para convertirse en soberana energéticamente, lo que implicaría una urgente mejora de las infraestructuras eléctricas para poder gestionar adecuadamente la energía renovable generada.