La Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Cuenca ha realizado una comparecencia para insistir en que aún existen recursos judiciales en torno al cierre de la línea Tarancón-Utiel, además de tratar de contrarrestar argumentos presentados a favor del Plan XCuenca y la clausura de este servicio ferroviario. El portavoz del colectivo, Paco de los Cobos, ha subrayado la existencia de una «línea divisoria entre quienes defendemos los servicios públicos y quienes no», haciendo hincapié en que desde el año 2000 han estado alertando sobre intentos de suprimir este servicio.
De los Cobos ha defendido que el ferrocarril de Cuenca era «eficiente» cuando había inversiones que permitían hasta 80 servicios y conectividad con las principales cabeceras, como Valencia y Madrid. Criticó que a partir de 2008, cuando los trenes dejaron de llegar a estas estaciones, comenzó el deterioro del servicio. También ha cuestionado el informe de la empresa pública INECO, que se basa en datos de 2021, en un contexto marcado por los efectos de la pandemia y la tormenta Filomena, como justificación para el cierre.
El portavoz de la plataforma se ha referido al Plan XCuenca como una serie de obras temporales que contradicen los principios de movilidad sostenible, mencionando específicamente una zona de aparcamiento en el centro urbano. En cuanto a los servicios Avant, considerados una compensación por el cierre de la línea, De los Cobos ha señalado que estos trenes están disponibles en toda España, incluso de forma gratuita en algunas relaciones regionales, resaltando el hecho de que Castilla-La Mancha ha sido la única comunidad que ha hecho cesiones en este contexto.
Respecto a los autobuses Astra, ha indicado que en otras provincias de la región cuentan con estos servicios sin ninguna contrapartida y ha denunciado que los autobuses sustitutivos en los pueblos de la línea apenas están siendo utilizados debido a su lentitud y a la falta de planificación en los horarios. De los Cobos ha calificado el Plan XCuenca como un «bombardeo de ocurrencias» que ha desmantelado el servicio público que conectaba la provincia, convirtiéndose en parte de un modelo de desarrollismo obsoleto.
Miguel Cañas, ferroviario y miembro de la plataforma, ha respaldado las afirmaciones de De los Cobos, aclarando que «ninguno queremos el ferrocarril que teníamos en 2019», cuando ya existían limitaciones en la velocidad que incrementaban los tiempos de viaje. Según Cañas, hasta antes de la tormenta Filomena había un consenso en la importancia del ferrocarril, que se rompió cuando se lanzó la propuesta de supresión de la línea del tren convencional.
Cañas también ha criticado la presentación de costos insuficientes para la manutención del servicio y ha recordado que, antes de su clausura, se asignaban presupuestos anuales significativos para su mantenimiento. En relación a la urbanización de terrenos en Cuenca, ha señalado que existe una planificación desde 1998, pero cuestionó cómo los beneficios de la urbanización son principalmente absorbidos por los agentes urbanizadores.
La comunidad sigue activa en la defensa del tren, con CCOO y Ecologistas en Acción presentando recursos. María José Mesas, secretaria provincial de CCOO, ha afirmado que «no está todo sentenciado», añadiendo que el recurso del sindicato cuestiona la rentabilidad social y económica de la línea y el informe de INECO por considerarlo sesgado y sin alternativas de mejora.
Carlos Villeta, representante de Ecologistas en Acción, ha subrayado que se enfrentan a intereses económicos y ha cargado contra la premisa de que el cierre facilitaría la integración urbana. Por último, Javier Lajusticia, portavoz de Cuenca en Bici, ha criticado las vías verdes anunciadas en el Plan Cuenca y ha advertido que la construcción de aparcamientos puede incrementar el tráfico hacia el centro de la ciudad.
