Cuatro fallecidos tras ataque en Beirut que cobró la vida de vocero de Hizbulá

En un reciente y contundente ataque en el corazón de Beirut, Israel ha vuelto a marcar la trágica continuidad de la violencia en el Líbano, cobrándose la vida de cuatro personas, incluida una mujer, e hiriendo a otras 14, entre ellas dos niños. Este asalto, ocurrido el domingo pasado, ha sido particularmente señalado por el fallecimiento de Mohamed Afif, responsable de medios del influyente grupo chií libanés Hizbulá, evento que ha suscitado pronunciamientos tanto desde el bando libanés como desde Israel.

El Ministerio de Salud Pública del Líbano, a través de su Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública, confirmó el impactante saldo del ataque contra la sede del partido Baaz en Ras al Nabaa, revelando así las dimensiones de una tragedia que extiende sus sombras no solo sobre las víctimas directas sino también sobre el horizonte político y social del país. La confirmación de las muertes y heridas refuerza el drama cotidiano que vive el Líbano en medio de este conflictivo escenario.

Hizbulá, por su parte, no tardó en reconocer y lamentar la pérdida de Afif, a quien elogiaron no solo por su papel mediático sino como figura clave dentro de su estructura organizativa, elevando su memoria al estatus de mártir junto al de otras figuras centrales de su movimiento, incluido Hasan Nasrallah, previamente fallecido en otro bombardeo en Beirut. Este reconocimiento post mortem subraya la intensidad y la profundidad del conflicto, así como el impacto de tales ataques en la jerarquía de Hizbulá.

El Ejército israelí no ha dejado espacios para dudas sobre la intencionalidad y precisión de sus operaciones militares, asegurando que el bombardeo que acabó con la vida de Afif fue calculado y efectuado con exactitud quirúrgica. Este ataque, siguiendo a otra operación llevada a cabo en la calle Mar Elias en el oeste de Beirut—el cual resultó en al menos dos muertos y 22 heridos—, pone en relieve la continuidad de las estrategias militares israelíes en la región y las consecuencias inmediatas sobre la población civil y los actores políticos del Líbano.

La persistente campaña de bombardeos israelíes contra el Líbano, que comenzó el pasado 23 de septiembre, junto con el actual conflicto en la Franja de Gaza, ha colocado a este día como uno de los más luctuosos para Beirut, revelando la cruda realidad de una guerra que, desde su inicio el 8 de octubre de 2023, ha cobrado la vida de casi 3.500 personas. La mayoría de estas muertes se han producido en los últimos dos meses, marcando una escalada letal en el conflicto que continúa asolando la región.

Esta serie de eventos resalta no solo la fragilidad de la paz en el Medio Oriente sino también la profunda complejidad de su tejido político y social. Los ataques recientes, sumados al recuento continuo de víctimas, plantean interrogantes urgentes sobre las posibilidades de diálogo y resolución de un conflicto que sigue desangrando a la región, dejando cicatrices indelebles en la memoria colectiva del pueblo libanés y reclamando atención y soluciones concretas por parte de la comunidad internacional.

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