En la madrugada de este viernes, Bruselas volvió a ser escenario de violencia con el fallecimiento de una persona en un tiroteo en el barrio de Anderlecht, marcando el cuarto suceso similar en apenas tres días. Los incidentes previos, ocurridos en las cercanías de la estación de metro de Clémenceau y en el distrito de Saint-Josse-ten-Noode, junto con este último en la zona de Peterbos hacia las 4 de la madrugada, están siendo investigados como posibles enfrentamientos entre mafias por disputas territoriales.
La portavoz policial, Sarah Frederickx, informó a la agencia Belga que se ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de la reciente muerte, aún con la identidad del fallecido por confirmar. Tanto el juez de instrucción como el laboratorio forense han examinado el escenario del crimen, en un esfuerzo por recopilar pruebas que arrojen luz sobre los hechos.
Según el alcalde de Anderlecht, Fabrice Cumps, quien habló con la cadena RTBF, todo parece indicar que los incidentes podrían ser represalias dentro de conflictos mafiosos por el control de ciertas áreas de la capital belga. Este patrón de violencia ha llevado al ministro del Interior de Bélgica, Bernard Quintin, a solicitar un incremento en la presencia policial en las estaciones de metro de Bruselas, con el objetivo de reforzar la seguridad y prevenir más actos de violencia.
Este incremento en la violencia callejera pone en relieve la urgencia de abordar el problema de las guerras entre mafias en Bruselas, así como la necesidad de medidas preventivas eficaces para proteger a la población. Con la comunidad en estado de alerta y las autoridades trabajando contra reloj para identificar y detener a los responsables, se espera que los próximos días sean cruciales en la lucha contra este espiral de violencia que ha sacudido a la capital belga.
