En base a los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha expresado su descontento por el aumento del número de desempleados en Castilla-La Mancha durante el primer trimestre del año, el cual ha sido de 6.300 personas. Lamentablemente, toda la pérdida de empleo ha sido en mujeres, con un aumento de 6.300 paradas, pasando de 83.700 a 90.000. Las mujeres en la franja de edad de 45 a 54 años son las más afectadas, habiendo perdido 5,200 empleos.
La CSIF ha manifestado su preocupación por estas cifras porque además de la disminución del empleo, también se ha producido una bajada en la ocupación, con una disminución de 7.800 personas. La temporalidad en el empleo público temporal ha aumentado, contabilizándose 4.600 trabajadores más en este campo, lo que ha llevado a una decreción de 1.700 contratos indefinidos.
La CSIF ha acusado este aumento del desempleo como un «deterioro de las condiciones de trabajo que afecta a los colectivos más vulnerables».