En el contexto del Día Europeo contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha puesto énfasis en la alarmante situación que se vive actualmente en el sector sanitario español, con especial atención en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam). La organización sindical ha alertado sobre el incremento en el número de episodios conflictivos y la necesidad urgente de reforzar la seguridad.
Según los datos del Registro de Episodios Conflictivos (REC) del Sescam de 2022, ha habido un incremento significativo en las agresiones con respecto a los años anteriores, alcanzando los 623 incidentes, lo que evidencia una escalada preocupante en la violencia dentro de los centros de atención. La mayoría de estos incidentes, 398 de ellos, ocurrieron en Atención Primaria, 224 en Atención Especializada, y hubo un caso en la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario (GUETS).
Ante esta realidad, Victoria Gutiérrez, responsable de Prevención de Riesgos Laborales en el Sescam de CSIF Castilla-La Mancha, ha subrayado la gravedad del problema y la necesidad de medidas concretas y efectivas, como reforzar la vigilancia en todos los centros para actuar de forma disuasoria y facilitar la activación de protocolos de seguridad.
Gutiérrez advierte que la violencia no se circunscribe a una sola categoría profesional, afectando a facultativos y personal de enfermería, administrativo y demás. De manera particular, destaca que el 72,5% de los afectados por las agresiones el último año han sido mujeres.
Desde CSIF se apunta a una subestimación de los casos, debido a la normalización de comportamientos violentos, tales como insultos y amenazas, y a la percepción de inutilidad de la denuncia. La organización demanda a la Consejería de Sanidad la aplicación de sanciones administrativas a los agresores, además de un compromiso más firme en la prevención de este tipo de situaciones.
En un momento en que se espera la reunión del Observatorio de la Violencia del Sescam después de dos años sin sesiones, CSIF demanda recursos adicionales para la seguridad, como la instalación de botones de pánico, cámaras de seguridad, protocolos efectivos, y una mejor adaptación de los espacios asistenciales, lo que incluiría múltiples accesos y puntos de salida para emergencias. También se hace hincapié en la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el desarrollo de un régimen disciplinario más estricto.
A nivel legislativo, CSIF insta a que se produzca una modificación en el Código Penal español para que se tipifiquen como delitos las amenazas leves e injurias que hasta 2015 eran consideradas como tales y para que el personal sanitario, sin importar su rol, sea protegido bajo la figura de ‘atentado contra la autoridad’, en caso de ser víctima de agresiones en el ejercicio de sus funciones.