Cruz Roja trabaja en un software de reconocimiento facial que ayude a localizar migrantes desaparecidos

Cruz Roja y el CICR desarrollan en España desde hace dos años un proyecto de identificación de personas desaparecidas en ruta migratoria por vía marítima, y es que sólo el 13% de los cadáveres de las rutas migratorias son recuperados, y, por tanto, identificados como fallecidos, lo que provoca en las familias un sentimiento de pérdida ambigua por la gran cantidad de casos no resueltos, especialmente provenientes de países africanos.

El Servicio de Restablecimiento del Contacto Familiar de Cruz Roja ha contabilizado a 537 personas desaparecidas en el último año; desde su puesta en marcha, ya son 100 los casos de embarcaciones con fallecidos o desaparecidos en los que se ha trabajado. En 2023, se consiguió localizar a 203 personas y restablecer el contacto con sus familiares, y se ha acompañado a 22 familias en el proceso de identificación de personas que han llegado fallecidas. Por otro lado, se han ofrecido 34 respuestas parciales, que da información a los familiares basada en una investigación (desarrollada con un proceso riguroso de cotejo con diferentes fuentes como testimonios, medios de comunicación, imágenes, etc.) que aporta elementos que apuntan el fallecimiento de una persona considerada como desaparecida, y de la que no hay evidencias de que su cuerpo haya llegado a la costa.

En ningún caso Cruz Roja certifica la defunción, sino que construye el relato de lo que probablemente sucedió, en base a los hechos constatados, y las posibilidades de supervivencia, ayudando a las familias a afrontar esta pérdida ambigua, y acompañándolas en su proceso de duelo.

Para ampliar el número de casos resueltos con éxito, Cruz Roja Española trabaja ahora en la creación de un software de reconocimiento facial que pueda contrastar imágenes; por un lado, con dos fotos actuales que pudieran devolver un índice de probabilidad de ser la misma persona; por otro lado, contrastando una foto actual con fotos antiguas de la persona en cuestión desaparecida, a las que se les aplicaría la tecnología también para tratar de crear una imagen de su posible aspecto físico actual, y así contrastar la probabilidad de que sea la misma persona; y por último, contrastando con fotografías de sus familiares, donde se pueda cotejar la imagen de la persona en cuestión con la de un familiar directo, para que el sistema devuelva la probabilidad de que tengan algún tipo de relación biológica.

Todas las imágenes se cotejarían con distintas bases de datos, principalmente las del Servicio de Restablecimiento del Contacto Familiar del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, con casos en todo el mundo, pero también con información de redes sociales, otras páginas webs y servicios para personas desaparecidas, y prácticamente, cualquier otra información que pudiera haber en abierto en la red.

Cientos de miles de personas en todo el mundo están desaparecidas o separadas de sus familias debido a conflictos armados u otras situaciones de violencia, desastres o migración. Muchas personas nunca regresan y nunca más se sabe de ellas. Esto representa una tragedia humanitaria global a gran escala.

El 30 de agosto conmemoramos el Día Internacional de los Desaparecidos, un día para apoyar públicamente a las familias de personas desaparecidas, expresar nuestra solidaridad y conmemorar a sus familiares desaparecidos.

Cada minuto, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y el Comité Internacional de la Cruz Roja ayuda en el mundo a 4 familias separadas por conflictos, violencia, migración y desastres a reestablecer el contacto, y facilita la reunificación de 13 personas con sus familias. Del mismo modo, cada hora ayuda a esclarecer la suerte o el paradero de una persona desaparecida.

En el último año, más de 55.000 personas fueron registradas como desaparecidas por sus familiares en la Red Internacional de Vínculos Familiares de Cruz Roja, lo que eleva el número actual de personas desaparecidas registradas a más de 195.000. En 2022, a nivel mundial, Cruz Roja localizó a casi 13.000 personas y reunió a casi 5.000 personas con sus familias gracias a la colaboración entre diferentes Sociedades Nacionales de Cruz Roja y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Además, se entregaron casi 170.000 mensajes de Cruz Roja y se facilitaron casi 2,5 millones de llamadas telefónicas.

Durante los últimos 150 años, la Agencia Central de Búsquedas del CICR ha ayudado a personas separadas de sus seres queridos. Junto con la Red de Vínculos Familiares de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, está en el centro de los esfuerzos en todo el mundo el proteger y restablecer los vínculos familiares, buscar e identificar a las personas desaparecidas, proteger la dignidad de los muertos y abordar las necesidades de las familias de las personas desaparecidas.

Casos contemplados

Cerca del 90% de casos llegan a Cruz Roja Española tienen que ver con migraciones internacionales. Alguien que sale de un lugar y no llega jamás a su destino. En esas situaciones, los familiares se preocupan y contactan, porque no tienen noticias de qué ha podido pasar con esa persona. En la propia web de Family Links hay una sección de ‘búsqueda en línea’ orientada a ayudar a personas separadas a ponerse en contacto, con cerca de 5.000 casos pendientes. Además de en estos casos, también se participa en la búsqueda de personas refugiadas a causa de conflictos internacionales como el de Ucrania, o desastres naturales internacionales en colaboración con las 192 Sociedades Nacionales de Cruz Roja.

En el caso de migraciones y desapariciones en el mar mediterráneo y el Atlántico, se plantean tres tipos de casos: que la embarcación saliera, pero no llegara a la costa de destino; que la embarcación llegue con personas fallecidas; o que en la embarcación hayan fallecido personas pero que sus cuerpos hayan desaparecido en el mar.

En el primero de los supuestos, cuando se identifica una embarcación que partió de un punto en una fecha determinada pero que no ha llegado a costa, se recopila la información fundamentalmente de llamadas y solicitudes de búsqueda de los familiares para elaborar una lista de pasajeros y un relato de lo ocurrido. Posteriormente estos datos se corroboran utilizando herramientas técnicas.

En las embarcaciones llegadas a costa con personas desaparecidas, además, los testimonios de los propios supervivientes se suman a esta investigación, así como las noticias o publicaciones en redes sociales al respecto de lo acontecido.

Si la embarcación llega con personas fallecidas, se trata de identificar los cuerpos (en coordinación con el Instituto de Medicina Legal y los juzgados), y si no fuera posible, también se contrasta la identidad del migrante con los supervivientes, y se comparan los datos con las solicitudes de búsqueda abiertas; si algún familiar quiere identificar el cuerpo, se realiza un acompañamiento físico y emocional por parte de Cruz Roja durante el proceso.

En todos los casos, el registro de posibles nombres (y su cotejo en bases de datos con distintas formas de escritura o similitudes parciales), así como las fotografías en las que pudieran aparecer, son un valor añadido a la investigación.

Respecto a las entrevistas a supervivientes no existe un modelo de cuestionario cerrado, ya que es preferible adaptarse a los sentimientos y las reacciones de cada persona ante estos acontecimientos trágicos. Se intenta reconstruir toda la cronología del viaje y lo ocurrido, y rescatar el mayor número de detalles que puedan conocer sobre las personas desaparecidas, incluyendo si conocían a algún familiar.

Corroborada la información con herramientas digitales, información de terceros y análisis de las “redes complejas”, se analizan los datos disponibles de partidas y llegadas para calcular la probabilidad de supervivencia de las personas involucradas. Con ello, se elabora la respuesta parcial de lo que probablemente ocurrió que se trasmite a las familias de las personas desaparecidas.

Este proyecto se sustenta en el Servicio de Búsquedas del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y cuenta con el respaldo de la Oficina Regional del Comité Internacional de Cruz Roja en París. Además, resulta imprescindible la colaboración con los Equipos de Primera Respuesta en Emergencia para Población Inmigrante de Cruz Roja, los centros de acogida humanitaria, los Institutos de Medicina Legal y el Ministerio de Justicia, Policía Nacional y Salvamento Marítimo. Asimismo, el proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

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