En una época donde las plataformas de streaming reviven clásicos televisivos para agasajar a las nuevas generaciones, Netflix se anota un tanto al recuperar una de las series más emblemáticas del género policial. Acompañado por una docuserie que promete ser un imperdible para los aficionados a «Ley y orden», la plataforma de streaming se prepara para devolver a la pantalla un fenómeno que en su momento cosechó una legión de seguidores. Con el regreso programado para este verano, los fans pueden comenzar la cuenta regresiva para reencontrarse con una producción que promete no solo honrar su legado original sino agregar capas de complejidad a su ya de por sí rica narrativa.
Antes de alcanzar renombre global como Michael Scofield en «Prison Break», Wentworth Miller hizo sus primeras armas en otro universo no menos icónico, «Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales». Sorprendentemente, Miller no se limitó a un solo papel en esta saga, sino que demostró su versatilidad interpretativa encarnando a dos personajes distintivos: Isaiah Holmes y el detective Nate Kendall.
Holmes, un abogado defensor comprometido con la justicia social, aparece en la vigésima temporada de «Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales», disponible en la suscripción de Prime Video. Este papel lo sitúa como un pilar de integridad dentro del corrupto sistema legal, donde lucha por los derechos de los desfavorecidos, abordando casos de discriminación racial y corrupción policial. Por otro lado, Nate Kendall, que Miller trae a la vida en un episodio de la undécima temporada, es todo lo contrario: un detective de acción directa que no teme ensuciarse las manos para hacer justicia.
Este contraste en los roles subraya la habilidad de Miller para adaptarse a diversas demandas narrativas, moviéndose hábilmente entre el cerebral Scofield, el defensor ético Holmes y el impulsivo Kendall. Esto no solo atestigua la diversidad de su talento actoral sino que además enriquece la tradición televisiva, permitiendo a los espectadores apreciarlo bajo nuevas luces, especialmente ahora que se aproxima a Netflix con una nueva propuesta vinculada al universo carcelario.
La serie original, que ha triunfado durante años en el horario de máxima audiencia en Estados Unidos y en proximidades de lanzar su 26.ª temporada este otoño por NBC, es liderada por Mariska Hargitay en el papel de la icónica detective Oliva Benson, junto a Ice-T y Dann Florek. La reintroducción de estos personajes en un formato actual y posiblemente enriquecido nos recuerda la permanencia de las narrativas de calidad en el tiempo y cómo estas pueden reformularse para capturar la imaginación de audiencias contemporáneas.
El retorno de «Ley y orden» en su nueva envoltura de Netflix representa no solo un hito para los fans de larga data pero también promete seducir a espectadores que, hasta el momento, no habían sido parte de su extenso seguimiento. La inclusión de Miller en este regreso no hace más que aumentar el atractivo de la propuesta, estableciendo un puente entre las distintas eras televisivas y demostrando que, en el arte de contar historias, los buenos personajes, al igual que las buenas series, nunca realmente nos dicen adiós.