Europa ante la Crisis Sanitaria Animal: Un Llamado a la Acción Urgente Contra la Lengua Azul
El Parlamento Europeo ha centrado su atención en la preocupante situación de la sanidad animal en Europa, debatiendo estrategias para anticiparse y prepararse ante futuras crisis sanitarias. En este contexto, la eurodiputada socialista Cristina Maestre ha puesto de manifiesto la gravedad de la actual crisis provocada por la expansión de la lengua azul en los rumiantes, un problema que se extiende de norte a sur en la Unión Europea.
Maestre ha resaltado que "tenemos miles de explotaciones afectadas y los veterinarios no dan abasto", reflejando la magnitud del desafío sanitario. Con la crisis detectada desde la primavera y aún sin una solución eficaz a finales del otoño, la eurodiputada ha criticado la falta de acción concreta por parte de la Comisión Europea, que se limita a recomendar programas voluntarios de erradicación implementados por los Estados miembros.
Según Maestre, "es intolerable que la Comisión se desentienda del problema". La urgencia de la situación, subrayada por la mortandad de miles de cabezas de ganado, constituye no solo una crisis sanitaria, sino también una significativa crisis económica que afecta al sector agroalimentario en su totalidad.
Para enfrentar esta emergencia, los socialistas proponen "una vacunación masiva, urgente y financiada por la Unión Europea", junto con "ayudas directas compensatorias para los afectados por la lengua azul y la activación de los fondos y mecanismos necesarios". Además, Maestre ha insistido en la necesidad de cumplir con la ley de vigilancia sanitaria, que debería ser cofinanciada, reiterando que "no se puede depositar en los Estados miembros toda la responsabilidad" y que la Comisión debe intervenir desde su ámbito competencial para solucionar la crisis.
La crisis sanitaria actual evidencia la necesidad de un enfoque más unificado y eficaz en la gestión de la sanidad animal en Europa, donde acciones rápidas y coordinadas pueden prevenir desastres económicos y de salud pública a gran escala. La situación demanda una respuesta colectiva y decidida que proteja tanto a los agricultores como al sector agroalimentario de la Unión Europea.